Con la presencia de menos de la mitad de sus miembros, el congreso nacional justicialista formalizó ayer el poder de los gobernadores peronistas al designar en la conducción del partido a una comisión integrada por los 14 mandatarios provinciales, desplazando así del liderazgo del PJ al ex presidente Carlos Menem. Paralelamente, los principales referentes del riojano criticaron las decisiones adoptadas y manifestaron que "lo que ocurrió es el comienzo de una posible fractura del peronismo impulsada por Buenos Aires".
En una sesión encabezada por su titular, Eduardo Duhalde, 457 de los 916 congresales relegaron al consejo nacional justicialista a tareas de carácter administrativo y designaron a la comisión de acción política, integrada por todos los gobernadores del PJ, en la conducción formal, con la posibilidad de incorporar a dos gremialistas y a los titulares de los bloques parlamentarios.
La nueva conducción, que "representará la suprema autoridad" del PJ, ejercerá su cargo hasta las próximas internas, previstas para el próximo año.
Asimismo, el congreso decidió revocar el poder de intervención que el consejo nacional justicialista tenía hasta el momento, dejando abierta la posibilidad de nombrar nuevas intervenciones en Corrientes, Catamarca y Capital Federal, incluso se postuló al propio Duhalde para el distrito porteño.
"Estamos asistiendo a un congreso que será histórico para el movimiento nacional justicialista" en medio de "horas trágicas para la República y de confusión" para el peronismo, aseguró Duhalde en la apertura del encuentro.
Con tono enérgico, el ex gobernador bonaerense aseveró que "a partir de ahora será este congreso el que dé por finalizada la etapa de la confusión del PJ", por lo que "vamos a volver a la doctrina de Perón".
En la reunión que se llevó a cabo en el microestadio de Lanús, Duhalde estuvo secundado por los gobernadores Carlos Ruckauf (Buenos Aires), Néstor Kirchner (Santa Cruz) y Adolfo Rodríguez Saá (San Luis).
"Necesitamos otra conducción", enfatizó Duhalde a la hora de argumentar la conformación de la referida comisión, al tiempo que recordó que los gobernadores peronistas "están siendo atacados como nunca" por la administración central, por lo que está "en serio riesgo el Estado federal".
Sin embargo, Kirchner dejó en claro que "no habrá una conducción más representativa del peronismo que la que se decida a través del voto".
En el encuentro quedó reformada la carta orgánica del PJ, revocando el poder que tenía el consejo nacional justicialista para intervenir distritos partidarios. Esta prerrogativa quedó en manos del congreso peronista. Asimismo, los congresales votaron a favor de desafiliar al PJ de la Unión Democrática Internacional, durante una encendida exposición en la cual el diputado Lorenzo Pepe argumentó la falta de coincidencias doctrinarias del peronismo con "el partido creado por Margaret Thatcher y George Bush" padre.
También quedó conformada la mesa del congreso nacional justicialista. Eduardo Duhalde, Carlos Reutemann, Jorge Busti, Cristina Fernández de Kirchner, Angel Maza y Juan Carlos Romero son sus integrantes.
El cierre del encuentro estuvo a cargo de Rodríguez Saá, quien criticó al gobierno nacional al asegurar que "la Argentina padece la peor crisis de su historia", por lo que convocó a "empezar a recorrer un nuevo camino", sin "disputas internas" y "asumiendo las responsabilidades que nos corresponden".
Entre los asistentes al acto, se destacan Felipe Solá, Antonio Cafiero, Luis Barrionuevo, Manuel Quindimil, Juan José Alvarez, Aldo Rico, Alberto Pierri, Miguel Angel Toma y Mabel Muller.
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La Ciudad
