Año CXXXIV
 Nº 49.297
Rosario,
domingo  11 de
noviembre de 2001
Min 12º
Máx 24º
 
La Ciudad
La Región
Política
Economía
Opinión
El País
Sociedad
El Mundo
Policiales
Escenario
Ovación
Suplementos
Servicios
Archivo
La Empresa
Portada


Desarrollado por Soluciones Punto Com





La fiesta arrancó con todo: fuegos artificiales y el Ballet Folclórico Nacional
Colectividades reunió una multitud en una noche espectacular
Un heterogéneo público invadió ayer el predio. El tiempo por fin acompañó. Hoy sigue el encuentro

Carla Rizzotto

A las 22.30 todas las cabezas miraron hacia arriba. Y las voces se callaron. Claro, es que los fuegos artificiales estaban dando el inicio al XVII Encuentro de Colectividades. Los más puntuales, esos que se adelantaron a la ceremonia de apertura, aprovecharon para espiar las propuestas que ofrecen los 48 colectividades que se presentan este año. Y a ellos se le sumaron los que llegaron sobre la hora, justo para el acto de inauguración. En definitiva, una multitud se acercó al parque del Monumento a la Bandera para ser testigo, una vez más, de la fiesta que es patrimonio cultural de la ciudad y que reúne las tradiciones de cada región hasta el 18 de este mes.
De fondo, en el escenario principal, flameaban las banderas de cada región, las que se mezclaban con los integrantes del Ballet Folclórico Nacional. Los más de 40 bailarines abrieron la feria, pero antes pasaron algunos grupos extranjeros con sus coreografías típicas. "Es tan lindo que Rosario tenga una fiesta así", se escuchó decir a Miriam, que llegó sobre la hora con su familia para disfrutar "un año más" del encuentro.
Cuando se apagó la última luz de los fuegos y la voz del locutor anunció que la fiesta había comenzado, los visitantes dispararon hacia los distintos stands. Es que el estómago avisaba que había llegado la hora de cenar. Y qué mejor lugar para comer que la feria, donde hay platos de todos los gustos y colores. Jorge, un habitué, no se pierde ninguna apertura. Pero lo que más lo seduce son las paellas de Navarra, las que acompañó con un zurracapote (bebida a base de vino tinto con tres ingredientes, los que el experto prefirió no revelar).
Y mientras Jorge se deleitaba con las comidas españolas, sus hijos -Mariana y Esteban- se escaparon al stand de Italia para comer pastas. Claro está que no pueden abandonar las raíces, por eso comen en los países tradicionales.
La mezcla de aromas es típico en esta fiesta: las carnes de Grecia, los anticuchos en Perú, las brochettes en Rusia, el chucrut en Alemania, la salchicha ahumada de Eslovenia y tantos sabores que se funden con las danzas típicas de cada región.

No todo es comida
Pero si de hablar de movida se trata, hay que apuntar la dirección hacia Brasil. No sólo porque la caipirinha va y viene, sino porque la música carioca hace mover hasta a aquellos que ya se olvidaron cómo se bailaba. "En realidad nunca me había quedado mucho tiempo en este stand porque te confieso que me daba un poco de miedo. Pero está bárbaro", confesó Vanesa, de 25, que llegó con su grupo de amigas para después salir a algún boliche de la zona.
La mayoría de los stands tienen sus bebidas típicas. Por ejemplo Perú con el pisco y el Centro Vasco con el kalimotxo (vino tinto con cola). Precisamente los vascos volvieron una vez más al ruedo, después de cinco años de ausencia en la feria, y lo hicieron con todo. Para tentar al visitante ofrecen tortilla de papas con chorizo colorado, además de las rabas.
Un país que tiene siempre mucho éxito en la feria, y que se pudo ver anoche es Japón. Hasta los menos arriesgados a probar comidas exóticas se animaron a saborear los platos orientales. Arroz, fideos y torrejas, siempre hechas en base a verduras, son algunas de las ofertas.
Y estos aromas se entremezclan con los del vecino Líbano: el kebbe (carne picada con trigo molido y rellena con nueces y cebolla) o el Iabrak (niño envuelto con arroz, carne picada y salsa).
Mientras miles de comensales recorrían los países para optar por alguna de las propuestas gastronómicas, otros tantos observaban con atención los grupos de baile y canto que pasaban por el escenario central. Es que anoche fue una jornada doble: además de la apertura se celebró el Día de la Tradición, la que estuvo organizada por la Secretaría de Cultura Municipal.
Ahora, si la idea es sentirse como en casa, Argentina es "el" lugar. Chori, empanadas, choclos y el bien ponderado asado son las especialidades. Y aunque no se crea, hay muchos que prefieren los platos conocidos a los más exóticos.
La fiesta arrancó con todo, y promete mucho más. Elección de la reina, oraciones y pedidos por la paz, y la actuación de todas las colectividades que participan este año de la fiesta.



La feria se consolida como la más popular de Rosario.
Ampliar Foto
Diario La Capital todos los derechos reservados