Si prospera una iniciativa de la Legislatura provincial, los comercios santafesinos que venden ropa femenina deberán tener en existencia todos los talles y no únicamente los que puedan usar las top model de cuerpos ultraflacos. El proyecto de ley fue presentado por las diputadas provinciales del sector radical de Convergencia María Silvia Migno, Josefa Villalba y María Leonor Guido de Mirich. Según la propuesta, quienes no cumplan con la disposición podrán ser sancionados con multas que oscilarán entre los 100 y los 1.000 pesos. En caso de reiteración se les podrá imponer una clausura de hasta cinco días.
En los fundamentos del proyecto, las legisladoras señalan que la población está sometida "a un alto grado de exposición de los medios masivos que intentan imponer un modelo y pautas culturales donde la delgadez es sinónimo de éxito social".
Pero el problema no se limita a una dictadura estética, sino que contribuye, junto a otros condicionantes, a generar "enfermedades de conducta y alimentarias, con los consabidos trastornos emocionales y de personalidad". Como ejemplo de ello, las diputadas mencionan a la bulimia y la anorexia, "que constituyen los ejemplos socialmente más conocidos de lo que significa la obligación de estar flacas".
Una necesidad
Conscientes de esa relación, las legisladoras sostienen que la sanción de una "ley de talles" constituye una necesidad imperiosa para exhortar a los vendedores de ropa femenina a ofrecer una variedad de medidas. El objetivo es desalentar "el consumo de productos que, especialmente en el campo de la moda e indumentaria femenina, no se corresponden con la fisonomía de todos los consumidores".
También entran en juego otros factores, como la sensibilidad. Por ejemplo, "la frustración que le produce muchas veces a una joven no encontrar un vestido de su talle porque los diseños de las últimas temporadas se ofrecen exclusivamente con medidas menores que las de las mujeres promedio".
Como antecedente, las legisladoras citan los profundos cambios realizados por el Senado español, "donde se concluyó un verdadero pacto social, con un diálogo permanente con los diseñadores de la industria textil, el ámbito escolar -a través de programas de educación de la salud- y los editores de revistas para adolescentes".
En lo que hace a los esfuerzos realizados en el país, también recordaron que la provincia de Buenos Aires ya tiene su propia norma y que el Senado de la Nación dio un apoyo irrestricto a la campaña iniciada por la Asociación de Lucha contra la Bulimia y la Anorexia (Aluba) para informar y concientizar a la población acerca de la gravedad de estas enfermedades.