Tuvo el sabor de las grandes epopeyas. Los Pumas volvieron a hacer historia, esta vez al vencer por primera vez de visitante al seleccionado de Gales en el Millenium Stadium de Cardiff por 30 a 16 dejando mudos a los 45.000 espectadores asistentes.
Desde el arranque mismo, el conjunto que dirigen Marcelo Loffreda y Daniel Baetti se mostró más decidido que su rival y de hecho pudo trasladarlo al marcador aunque en los primeros instantes a los argentinos les faltó un poco de precisión en los pases finales.
Con una muy buena marca, ejerciendo mucha presión sobre el conjunto de Graham Henry, teniendo además una gran recuperación de pelota, Los Pumas fueron mostrando con el correr de los minutos que tenían una línea de juego más clara que su rival. De hecho, generó mucho más peligro pero no pudo trasladarlo al marcador porque se equivocó en la puntada final.
La primera emoción del partido fue para los argentinos. Felipe Contepomi (a la postre elegido como el hombre del partido) le tapó un kick al apertura galés Iestyn Harris (muy lento para patear pelotas de aire), la llevó unos metros con el pie, le ganó la posición a Colin Charvis y marcó el primer try del encuentro.
Fueron pasando los minutos y los errores de manejo iniciales se fueron subsanando. La pareja de medios funcionó bien y Argentina se fue haciendo más fuerte. Paralelamente el pie de Contepomi seguía sumando puntos para Los Pumas.
Casi en el cierre del primer período, Gales reaccionó y en su mejor jugada colectiva llegó al descuento pero hubo tiempo para una marca más. Contepomi no la desaprovechó y le puso las cifras definitivas al parcial: 16 a 7 favorable a la visita.
En el complemento, Argentina terminó de definir el pleito. Gales nunca puso en peligro el marcador y siempre intentó jugar por afuera que fue donde sacó alguna mínima diferencia aunque no desequilibrante. Los Pumas, por su parte, siguieron demostrando su mayor ambición. Camardón anotó sobre la bandera izquierda y ya nada pudo torcerle el brazo a la historia. Esta vez, la victoria fue Argentina. Los Pumas del 76 habían quedado a un pasito de la gloria, y esta versión 2001 del seleccionado argentino coqueteó con ella, en buena ley.
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La Ciudad
