Año CXXXIV
 Nº 49.297
Rosario,
domingo  11 de
noviembre de 2001
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De 892 pesos por familia tipo, el promedio pasó a 726
El ingreso de los rosarinos cayó un 18 % en los últimos tres años
Desde los inicios de 1998 hasta ahora cada hogar perdió cerca de 165 pesos, según un último estudio

Daniel Leñini

El ingreso promedio de los hogares rosarinos cayó el 18 por ciento en los tres últimos años y de 892 pesos que entraban por cada "familia tipo" a principios del 98 se pasó a una media de 726 pesos que se registra actualmente.
El último estudio de la Fundación Libertad -que periódicamente monitorea esa variable atendiendo también datos del Indec- concluye que en los últimos 36 meses el poder adquisitivo de las familias rosarinas se licuó en 165 pesos mensuales por la recesión, la crisis económica y la consecuente rebaja de salarios.
La merma de los ingresos no sólo deterioró la capacidad de compra, sino que obligó a un replanteo de gastos por parte de la mayoría.
Así, la gente optó en general por mantener y reducir lo mínimo posible los gastos en alimentos y vivienda (alquiler, impuestos) y en cambio ajustó por el lado de la educación, comunicaciones, transporte y compra de electrodomésticos. En estos últimos ítems se observan reducciones en las partidas del 25 al 30 por ciento (ver recuadro).
Diego Agüero, director del equipo de investigación de la fundación, opinó que "se advierte tanta contención del gasto en autos, electrodomésticos y artículos de confort" que si la gente volviera a disponer de dinero en el nivel de mediados de los noventa "es fácil prever que otra vez se dispararía para arriba el consumo de manera importante. Lo que vivimos ahora se parece mucho a la época de la inflación -consideró-, cuando la gente no podía gastar en otra cosa que no fuera comida. Después vinieron las ganas de renovar el televisor, la video, lavarropas, muebles".

El ingreso cayó más que el gasto
El estudio advierte, empero, que si bien la disminución de los ingresos fue del 18 por ciento, la reducción de los gastos no resultó proporcional, sino un tanto menor, el 14 por ciento, lo que arrojó consecuencias.
Entre ellas, y en primer término, "la necesidad de financiamiento de algunos sectores que gastaron por encima del nivel de ingresos, con el lógico aumento de tasas de endeudamiento promedio".
Segundo, la disminución de la capacidad de ahorro: "Los gastos, al ceder a una velocidad menor que los ingresos, han permeado las reservas de ahorro bajando más del 50 por ciento la disponibilidad extra de dinero, de 78 pesos mensuales a menos de 35".
Agüero dijo que "el nivel de gastos demuestra tener un límite o piso de consumo, lo que le impide ajustarse totalmente a la caída de los ingresos. Los gastos han demostrado tener cierta rigidez en algunos bienes y servicios, y en alguna medida la gente apeló al efecto sustitución de productos (seguir comprándolos aunque no sean de marca, como las colas, jugos, ropa) lo que explicaría el boom de las segundas marcas".
El informe de la fundación sostiene que "la caída en el nivel de actividad, la disminución de los parámetros de inversión privada, la falta de confianza internacional, la depreciación de la competitividad argentina y la distorsión de los términos de intercambio, entre las causas más sobresalientes, se han conjugado para que la economía argentina continúe estancada, y sus consecuencias comiencen a impactar en el seno de la sociedad".
Ayer en Buenos Aires, en tanto, se conocieron otros datos que reflejan la recesión: en todo el país la cantidad de cheques rechazados en setiembre pasado aumentó un 60 por ciento con relación al mismo mes del año pasado. Y con relación a octubre, el Banco Central apuntó que los papeles sin fondos fueron 453 mil contra 308 mil del mismo mes de 2000.
Con relación a la medición en Rosario, entonces, la fundación sostiene que "en términos generales, todos los rubros han experimentado variaciones negativas en el devenir de la recesión, pero no lo han hecho bajo una misma magnitud. El segmento denominado Equipamiento y Funcionamiento del Hogar, que incluye en su definición no sólo a la adquisición de electrodomésticos, sino también a la provisión de servicios directos al hogar, ha sido postergado, de las decisiones de compra de los consumidores locales, un 32,41 por ciento, siempre en relación a 1997; mientras tanto, el rubro Vivienda, compuesto por el alquiler y el costo del gas, agua y electricidad, solamente se retrajo un 3,62 por ciento".



La gente todavía mantiene los gastos de comida.
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