Huelga de hambre de 25 detenidos en Coronda

La protesta comenzó el martes en el pabellón 6, en protesta por un cambio en el día de visitas

Un grupo de 25 presos de la cárcel de Coronda permanecía anoche en huelga de hambre en reclamo por la decisión del Servicio Penitenciario (SP) de modificar el día de visitas para los internos de los pabellones 5 y 6, quienes deberán recibir a sus familiares los días miércoles en lugar de los domingos.
La protesta comenzó el 6 de noviembre pasado en el ala lateral del pabellón 6, según informaron miembros de la Coordinadora de Trabajo Carcelario (CTC). Unos 25 presos -tres de ellos infectados con HIV- iniciaron una huelga de hambre con motivo del anuncio por parte del personal penitenciario de que se trasladará a los miércoles el día de visitas para los presos de los pabellones 5 y 6, donde se alojan internos con problemas de convivencia.
La disposición es resistida por los internos porque "muchos familiares no pueden viajar los días de semana por razones laborales y porque existe cierta rivalidad entre los pabellones 5 y 6", afirmó Lilian Echegoy, integrante de la CTC. Por esta razón, los detenidos estiman que la realización de la visita en forma conjunta generaría situaciones de violencia: "Los internos ven esto como una forma de inducirlos al conflicto", dijo Echegoy.
En tanto, los detenidos del ala lateral del pabellón 6 confeccionaron un hábeas corpus que será presentado mañana por la CTC en los Tribunales de Santa Fe. Echegoy reveló que los internos en huelga de hambre aún no recibieron una respuesta del SP y que "por ahora no manifestaron problemas de salud".
Por otra parte, según Echegoy, detenidos de todos los sectores denunciaron "problemas con las visitas y un endurecimiento en el trato del personal penitenciario". En ese sentido, los presos señalaron a la CTC que "un cuerpo de seis guardiacárceles recibió una preparación en Buenos Aires para realizar requisas en forma violenta".
Los presos también reclamaron que las autoridades vuelvan a permitir las reuniones conjuntas entre los delegados de todos pabellones con los miembros del organismo de derechos humanos, que fueron prohibidas por el Servicio Penitenciario dos meses atrás.