Año CXXXIV
 Nº 49.266
Rosario,
sábado  13 de
octubre de 2001
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Poscosecha
El silobolsa crece y la polémica también
El embolsado de granos secos fue adoptado masivamente por los productores. En la última campaña se almacenaron 2,5 millones de toneladas. Pero la opinión técnica está dividida y la discusión estalló en el último Simposio de Almacenamiento Cualitativo

De la mano del desfasaje entre las sucesivas cosechas récords y la limitada capacidad de almacenaje convencional, el silo de grano seco irrumpió en el sector agropecuario de manera explosiva. Más de 2,5 millones de toneladas se embolsaron en la campaña pasada y, según datos que maneja el sector privado, esa cifra casi se duplicaría en el actual ciclo.
Adaptado del más antiguo sistema de embolsado de grano húmedo para forraje, los beneficios del silobolsa no sólo son expresados por los fabricantes de bolsas sino por muchos técnicos y productores, que lo han adoptado masivamente como herramienta de almacenaje y de solución de problemas de logística. No por nada fue una de las vedettes de la última Expochacra y ha despertado el interés de instituciones innovadoras como Aacrea y Aapresid.
Pero no todos tienen la misma percepción. De hecho, el sistema cuenta con críticos acérrimos y observadores que ponderan sus oportunidades y advierten sobre sus amenazas. En el medio, todos coinciden en que, por la novedad de esta herramienta (hace dos campañas sólo se embolsaron 300 mil toneladas), los estudios sobre los "bordes" o "límites técnicos" de su utilización aún son escasos. La práctica avanzó rápido y desafió a la ciencia, que ahora pide pista para ajustar la nueva tecnología.
La pregunta sobre los límites del embolsado de granos secos impulsó uno de los debates más agitados y más interesantes del Cuarto Simposio de Almacenamiento Cualitativo que se realizó esta semana en el Centro Cultural Parque de España.
Juan Carlos Rodríguez, del Inta Balcarce, presentó el primer ensayo sobre el impacto del embolsado en la calidad del grano a escala comercial. Nicolás Apro, del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (Inti) llegó con relevamiento efectuado sobre 39 bolsas en cuatro estancias de la provincia de Buenos Aires. Ambos protagonizaron el panel pero el público y los expertos que vinieron del extranjero, también aportaron lo suyo.
Rodríguez presentó los resultados del informe preliminar sobre almacenaje de granos de trigo en bolsas plásticas, que elaboró junto a los ingenieros Bartosik y Malinarich, en la estancia San Lorenzo del partido de Tandil.
El principal objetivo del trabajo fue determinar el efecto de las variables humedad del grano y tiempo de almacenamiento sobre los parámetros de calidad. Rodríguez explicó que "la mayoría de los trabajos realizados hasta el momento han sido experimentos de laboratorio o en bolsas a escala", que constituyen "sólo aproximaciones preliminares" ya "que el comportamiento de la temperatura y la conformación del ambiente en el interior de las bolsas es diferente cuando se trata de experimentos en bolsas de tamaño comercial".
Señaló que como el sistema es una adaptación local de una técnica para almacenar granos húmedos, tampoco se encontraron antecedentes en el exterior. El ensayo capitaneado por Rodríguez consistió en almacenar trigo con dos contenidos de humedad diferentes, 12,5% y 16,4%, durante un período de 150 días, en bolsas de 220 pies de largo, 9 pies de diámetro y 235 micrones de espesor. La recolección de muestras se realizó al comienzo del ensayo, a los 45 días, a los 80 días y al finalizar el ensayo. Las perforaciones fueron discriminadas según tres profundidades (superior, media e inferior) en tres sitios diferentes. En total, 36 muestras por cada una de las bolsas.
Entre las conclusiones que vertió el especialista, se destaca que la bolsa de grano a 12,5% de humedad siempre presentó temperaturas promedios inferiores al grano embolsado con 16,4% de humedad. Por otro lado, no se observó variación alguna en el contenido de humedad en ninguna de las dos alternativas. Tampoco fueron afectados los parámetros que conforman el estándar de calidad del trigo.
En el caso del poder germinativo, no hubo alteraciones durante los 150 días en el trigo almacenado al 12,5%. En cambio, en el que se almacenó a 16,4% se observó una marcada disminución en la zona media e inferior de la bolsa, mientras que en la zona superior esos parámetros fueron afectados después de 80 días de almacenaje.
En cuanto a la calidad panadera, Rodríguez señaló que "el período de almacenaje de 150 días no parece ser crítico para la conservación del grano a 12,5% de humedad, en tanto que para el grano a 16,4% de humedad se observa el deterioro de algunos parámetros de calidad a partir de los 45 días". Otro dato es que no se observó la presencia de insectos vivos (los especialistas colocaron trampas de insectos en las bolsas).
Apro, del Inti, ofició de "abogado del diablo" del almacenaje del grano seco en bolsas, al asegurar que es una técnica que no se usa en ninguna parte del mundo y que entraña serios riesgos para la calidad de la mercadería, en la medida que se pretenda usar como herramienta permanente. "Se adoptó masivamente sin hacer los estudios ni definir las condiciones bordes", dijo.
El especialista presentó su propio muestreo, efectuado entre cuatro estancias de Buenos Aires, apoyado en fotos tremebundas de bolsas agujereadas, granos en mal estado y todo tipo de catástrofes. Si bien admitió que lo presentado en las fotos se trataba de casos extremos, presentó los resultados de su ensayo: "Hemos muestreado bolsas al azar y encontramos que un 20% tiene pérdidas mayores al 30%, un 70% entre 5 y 6% y sólo un 10% por debajo del 2% de pérdidas".
"El silobolsa es bueno para casos de emergencia, como el caso de un campo rodeado por el agua en caso de inundación, incluso es usado por los acopios cuando tienen problemas de capacidad, pero controlado, en terrenos alisados y previo secado y limpieza", dijo, al tiempo que advirtió sobre los microorganismos que crecen en la bolsa, aún en las que, bien armadas, impiden totalmente la entrada de aire. "Hay mucha publicidad confusa y poca investigación, y ¿quién le paga al productor si se clava con esto?", se preguntó Apro, quien reclamó un acuerdo de "todos los sectores involucrados" para "realizar los estudios necesarios" sobre el sistema.
En el debate intervino el organizador de Granos SAC y moderador del panel, Domingo Yanucci, quien señaló que el embolsado de grano seco es hijo de la falta de financiamiento para aumentar la capacidad de almacenaje. "No hay que confundir la importancia del almacenamiento en la etapa de producción con el silobolsa, en rigor es un sistema más caro y riesgoso que el convencional, y cuya utilidad está atada a un uso acotado en el tiempo y a condiciones muy específicas de humedad", señaló.
"El costo del silobolsa es de 6 dólares por tonelada mientras que el costo del acopio tradicional es de dos dólares, como alternativa para el país la alternativa más seria es que haya financiamiento para instalaciones de almacenamiento", agregó.

Qué dicen los productores
Entre los productores presentes en el Centro Cultural Parque de España hubo mayoría de voces a favor de la alternativa del embolsado de grano seco, pero todos coincidieron en la necesidad de más estudios y de conocer los límites del sistema. "Nosotros hicimos 70 bolsas de trigo por cinco meses entrando con 14% de humedad y 23º de temperatura, y lo sacamos bien, salvo en las bolsas que sufrieron daños por el ataque de peludos, creo que la clave es que la bolsa sea hermética", señaló uno de ellos.
El análisis fue ratificado por la experiencia de la firma Cazenave, que hizo un uso extendido del silobolsa, con ahorros importantes. "Hemos entregado incluso maíz colorado almacenado de abril a septiembre en buenas condiciones, lo que vimos es que si no hay daño en la bolsa no hay daño en el grano", dijo. Sin embargo, aseguró que falta "extensión y educación" para utilizar bien la herramienta.
Un productor de Tucumán, que acusó una experiencia positiva con 20 bolsas de soja y maíz, reclamó "información más seria que la que dan los proveedores porque hay mucha información sobre cómo almacenar en silos pero no en bolsas".
El directivo de una cooperativa de la zona de Rafaela planteó al silobolsa como una alternativa, bien utilizada, para flexibilizar la capacidad de los propios acopios. "Mi pregunta es si las aseguradoras toman este tipo de coberturas porque tuvimos una pedrada que dañó algunas de las bolsas, es decir que el riesgo ambiental es grande, lo que implica que es necesario avanzar en el desarrollo de esta tecnología", inquirió.



Los técnicos abrieron una nueva discusión.
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