Año CXXXIV
 Nº 49.206
Rosario,
domingo  12 de
agosto de 2001
Min 17º
Máx 27º
 
La Ciudad
La Región
Política
Economía
Opinión
El País
Sociedad
El Mundo
Policiales
Escenario
Ovación
Suplementos
Servicios
Archivo
La Empresa
Portada


Desarrollado por Soluciones Punto Com





El músico acaba de editar "El auto de papá. Canciones de dos generaciones"
Pipo Pescador vuelve a las bateas con su nuevo álbum para chicos
El artista entrerriano aseguró que la niñez es una etapa en la vida del hombre que se debe respetar

Marcelo Menichetti

Pipo Pescador, uno de los personajes más populares de la platea infantil en la década del 70, acaba de editar "El auto de papá. Canciones de dos generaciones", un disco que compila varios de sus grandes éxitos. El artista presentará el álbum en Rosario el próximo sábado, con un show dirigido a chicos y grandes que se llevará a cabo en el teatro El Círculo.
Aunque nunca se alejó de los niños, en los últimos años el artista puso el acento en su labor literaria y, en ese terreno, produjo éxitos como "La maestra jardinera", un libro del que se vendieron 150 mil ejemplares. Pero fue una publicidad televisiva emitida el año pasado la que reflotó su canción más famosa, "El auto de papá", que muchos adultos de hoy cantaron en su niñez y que, para los niños del 2001, resulta un descubrimiento.
"Creo que si los personajes siguen estando siempre iguales empiezan a resultar decadentes", comentó a Escenario el músico, actor y escritor en relación con la evolución que su arte experimentó con el correr del tiempo. "Nadie puede sostener un personaje que, como en mío, se hizo famoso cuando tenía 23 años y ahora tiene 55 -advirtió-. Por eso trato que mi persona envejezca con naturalidad, con placidez y que mi personaje también vaya madurando".
Prolijo, ajeno a los avatares del mundo del espectáculo, goza de la extraña virtud de reunir en su platea a tres generaciones de fans. Con todo, su tesoro más preciado no es el éxito, sino su pasado provinciano. "Siempre que puedo vuelvo a Entre Ríos, donde nací", señaló el artista en tono confesional, y agregó: "Aquello es mi vida, es mi origen. Allá están mi madre, mis hermanos y la tumba de mi padre. Allá están mis recuerdos y mi río".
-¿Para los personajes pasa el tiempo igual que para las personas?
-Sí, creo que es así. Los personajes también tienen que ser susceptibles a los cambios físicos que produce el tiempo. Creo que si los personajes siguen estando siempre iguales empiezan a resultar decadentes. Nadie puede sostener en base a sus huesos un personaje que, como el mío, se hizo famoso cuando tenía 23 años y ahora tiene 55. Trato de que mi persona envejezca con naturalidad, con placidez y que mi personaje vaya madurando. Busco que mi personaje sea grato, sea cortés con el público y no tratar de mantenerme como un monigote queriendo ser lo que ya no soy, porque soy un señor grande.
-¿Quiénes van a ver su espectáculo, los que son niños hoy o los que fueron niños en la década del 70?
-Ahora va todo el mundo. Van abuelos y abuelas, van padres y madres jóvenes, van bebés y también niños de 8 o 9 años. Van los que me conocen por los libros que escribí y que leyeron en la escuela. Van los que me conocen porque me vieron con (Marcelo) Tinelli o con (Guillermo) Francella y me quieren ver en vivo. Van a verme tres generaciones.
-¿Cómo seleccionó las canciones del disco nuevo?
-Dejé las canciones más interesantes y actualizables de la década del 70 y agregué otras que escribí en los últimos años para que se vaya haciendo un mix entre lo actual y lo del pasado. Ha cambiado completamente la forma en que presento las canciones tradicionales.
-¿Cómo tomó la publicidad televisiva de un automóvil en la que el chofer tiraba el disco con la grabación de "El auto de papá"?
-La tomé muy bien, primero porque la gente que hizo la publicidad me consultó respetuosamente. También me pareció divertido que el papá sea más nene que los mismos nenes y que se enoje porque le dicen que el auto es feo. Me resultó, además, muy potable económicamente, me dieron muy buen dinero por ella y esa razón me pareció importante. Además yo sabía que eso iba a lograr que mi canción fuera escuchada por más gente. Es decir que hice una evaluación y me pareció muy digno: el auto es muy lindo y consideré que valía la pena.
-¿Influyó el hecho de que el disco no se rompiera?
-Claro. Queda clavado como una flecha en un tronco. . .(risas)como si fuera indestructible. Fue divertido.
-¿Cómo se llevaba con artistas como Gaby, Fofó y Miliki o Carlitos Balá con quienes competía en los 70?
-Con Gaby, Fofó y Miliki la única relación que tuve en mi vida fue porque ellos cantaron mi canción "El auto de papá" y sólo pude cobrar mis derechos a través de un juicio a Sadaic que terminó en la Suprema Corte. He pasado al lado de Miliki en los canales de televisión de España y no me ha dado ni la hora. El tomó mi canción y la explotó en los países de habla hispana antes de que pudiera hacerlo yo. Carlos Balá es un señor encantador, muy cortés y me encanta estar con él. Es un señor del espectáculo y es toda una tradición en la Argentina. Me encanta verlo. En general no tengo problemas con mis colegas.
-¿Usted se considera un intelectual de los shows infantiles?
-Hace poco una periodista me dijo que quien se encuentra conmigo cree que soy una boinita con "El auto de papá" y después se encuentra con que detrás hay un señor pensante. Eso lo agradezco mucho, pero no creo ser más intelectual que los otros. Lo que pasa es que tengo formación universitaria y no soy de un estrato popular de origen, sino que vengo de la clase media. Soy un provinciano y tuve una educación esmerada y acceso a viajar y a leer mucho. Tal vez eso me dio un cierto barniz un poco más intelectual, pero hay muchos artistas que tienen muchísimo nivel y hay otros que son muy populares. La palabra popular es una gran palabra cuando está al lado de un artista. Tal vez yo sea un poco más, como decían en el campo, "léido" que otros artistas pero no por eso soy mejor.
-¿Qué rescata de su pasado provinciano?
-Mucho. Yo regreso siempre a Entre Ríos. Aquello es mi vida, es mi origen. Allá están mi madre y mis hermanos. Está la tumba de mi padre, mis recuerdos y mi río. Yo soy un litoraleño total y mi acordeón tiene mucho sabor litoraleño. Yo soy un gurí entrerriano y siempre lo seré y mi origen es definitivo en mi vida, esté donde esté.
-¿Cómo es su show del siglo XXI?
-Es un espectáculo musical muy arriba, muy divertido, que tiene las canciones tradicionales y canciones nuevas con cinco bailarines y actores en escena. Tiene un Pipo Pescador de un metro de altura, un oso muy encantador y una coreografía muy linda. Es un show con dirección de Claudio Hochman.
-¿Qué diferencias nota entre los chicos que lo van a ver hoy y los que lo veían en sus comienzos artísticos?
-Los niños de hoy son más cibernéticos, más ansiosos. Requieren tiempos más veloces, captan más rápido pero son tal vez menos profundos, más frivolizados. Los niños de los 70 leían más, los de hoy no leen nada. El país es diferente y los niños son diferentes porque esta Argentina ya no es más la Argentina de los 70 y sus niños no son iguales.
-¿Los medios informáticos de que disponen los chicos de hoy les acortan la infancia?
-Sí. La infancia se acorta en la medida en que el espacio donde se desarrolla la mirada de los chicos se va iluminando con demasiada racionalidad. Cuando uno llena de racionalidad el espacio de la infancia hace lo mismo que quien, para estudiar un árbol, saca las raíces a la luz: estudia las raíces y mata el árbol. La infancia es una maravillosa confusión mítica que el hombre tiene, porque de esa confusión mítica va a surgir toda la potencialidad de la vida del hombre. Si a la infancia la hacemos tan iluminada, tan averiguada, tan racionalizada y conceptualizada, corremos el riesgo de tener esos nenes agrandados, ansiosos, que está metidos en donde no los llaman y donde no pueden manejarse. Son los niños que están aculturados de su verdadero espacio. Estoy convencido de que los niños tienen que ser niños, vivir como niños, ser tratados como niños, y tener proyectos y vida de niños. A mí los niños agrandados, que tienen 5 o 6 años y parece que tuvieran 30, me producen una enorme lástima. Yo no quiero niños forzados a ser grandes sino niños contentos de vivir, en serenidad, la edad que les corresponde.



El músico vuelve a escena con "El auto de papá".
Ampliar Foto
Notas relacionadas
Los temas del disco
Un artista sin límites
Diario La Capital todos los derechos reservados