Jóvenes especiales de Sastre ya tienen su espacio para trabajar

Con lo producido en una huerta orgánica abastecen a la Municipalidad para el cuidado de espacios verdes

Luis Emilio Blanco

Sastre. - La realidad de las personas con capacidades diferentes que dejan de pertenecer al circuito escolar cuando cumplen la mayoría de edad, fue abordada por la Municipalidad que propició la creación de un espacio de trabajo y expresión que los contenga. La realización de una huerta orgánica y diferentes actividades deportivas y plásticas, permite a los jóvenes encontrar un medio de recreación y ofrecer un servicio a su comunidad.
Con la coordinación de la psicopedagoga, Patricia Sviezzi y el agrónomo general, Roberto Baravalle, se comenzó en el mes de abril con los trabajos en la huerta orgánica. "Se preparó el terreno con tierra de lombriz, sin pesticidas ni abonos químicos y los integrantes del grupo plantaron los plantines y fueron aprendiendo todo sobre el cuidado de la huerta".
Baravalle se encarga del aspecto técnico y enseña el método para plantar y cuidar de la quinta. Por su parte Patricia trabaja con cada integrante buscando el área de mejor rendimiento e incentivándolos a realizar las actividades planificadas.
La producción es vendida a familiares y todos los vecinos que se acerquen al lugar, una gran casa ubicada en la zona sur de la ciudad, frente al barrio San Nicolás. Por su parte la Municipalidad les compra los plantines necesarios para ornamentar lugares públicos.
Desde la semana entrante, a este grupo de once personas se le unirá otro proveniente de la Escuela Especial Nº 2051, para comenzar con diferentes actividades deportivas que estarán a cargo de la profesora de educación física, Analía Fernández. También iniciarán clases de expresión plástica en el liceo municipal donde los alumnos se integrarán con los grupos que asisten regularmente al taller de arte.
El intendente, Rosaldo Gardella, indicó que "próximamente se realizarán refacciones en la casa, se construirá un vivero, un pequeño corral para aves y se habilitará parte del terreno lindante para la siembra de árboles que se utilizarán para la forestación de paseos, plazas y el recambio de árboles secos en veredas".
La ganancia que proviene de la venta de los productos de la huerta, es depositada en una cuenta bancaria que pertenece a los integrantes del grupo de trabajo. "Esos recursos son de ellos -indicó Gardella- y están ahorrando para poder realizar un viaje a Santa Fe y conocer el túnel subfluvial".
El vivero está siendo construido por los padres de los jóvenes y servirá para la producción de plantas de interior y el cultivo de tomates y pimientos. Las semillas provienen del proyecto Pro-huerta y el municipio también se hace cargo de la compra de los insumos necesarios para el cuidado de la huerta.
Entre los proyectos futuros se prevé la realización de un encuentro de actividades físicas y plásticas con integrantes de otros talleres protegidos de Frontera y Rafaela, en la primera semana de octubre. Por otra parte el intendente indicó que "tal vez algún día contemos con los recursos para poner en marcha el proyecto de una panificadora que les brinde una fuente de trabajo".
Este proyecto, que con el transcurso de las semanas va incorporando más actividades, abre un importante espacio de participación a todas las personas que por algún tipo de discapacidad, no tienen cabida en gran parte de la sociedad. Si bien en las grandes ciudades existen medios de contención para quienes ya abandonaron la edad escolar, las localidades más pequeñas ven reducidas estas posibilidades.

La producción de la huerta se vende a los vecinos.