Año CXXXIV
 Nº 49.107
Rosario,
sábado  05 de
mayo de 2001
Min 1º
Máx 17º
 
La Ciudad
La Región
Política
Economía
Opinión
El País
Sociedad
El Mundo
Policiales
Escenario
Ovación
Suplementos
Servicios
Archivo
La Empresa
Portada


Desarrollado por Soluciones Punto Com





Biotecnología
La revolución de las ciencias de la vida
La investigación genética provoca una convergencia industrial que impactará en la economía global

Juan Enriquez Ray A. Goldberg

Los avances en la investigación genética están produciendo una convergencia industrial que tendrá implicaciones profundas en la economía global. Los agricultores, las compañías de computación, los laboratorios farmacéuticos, los procesadores químicos y los responsables del cuidado de la salud, se verán todos rápidamente involucrados en la nueva industria basada en la ciencia al servicio de la vida.
Si embargo, si se desea lograr éxito en estos proyectos, muchos empresarios tendrán que modificar su modo de pensar al realizar negocios. En 1990, el gobierno de Estados Unidos lanzó el proyecto biológico más importante y más ambicioso nunca antes concebido: el mapeo del genoma humano. El proyecto estaba liderado por el Departamento de Energía y por los Institutos Nacionales de Salud, contaba con un presupuesto de 2 mil millones de dólares y rápidamente involucró a más de 350 laboratorios en el ámbito mundial. El objetivo era completar el mapa genético humano para el año 2005.
Lamentablemente, se avanzaba lentamente, y en el año 1997 (en la mitad del tiempo estimado) el proyecto ya había gastado el 90% del dinero disponible y sólo había logrado secuenciar el 2,68% del genoma. Posteriormente, en mayo de 1998, uno de los científicos líderes del proyecto, Craig Venter, lanzó una bomba. Venter creía que el mapa podía completarse de una manera más rápida y más eficiente, y anunció que se iba a asociar con la Perkins Elmer Corporation para crear así una nueva compañía -Celera Genomics- la cual podría completar el mapa para el año 2000 sin usar fondos del Estado. Una de las notas de tapa de la revista New York Times resumió la audacia del plan de Venter con estas palabras: "Fue como si una empresa privada hubiera anunciado que iba a hacer que el hombre pisara la Luna antes que la Nasa. Como si una empresa nueva intentara crear la primera bomba atómica".
Mediante el traslado del mapeo del genoma humano del mundo de la ciencia hacia el mundo empresarial, Venter mostró una realidad que repercute en todo aquel involucrado en los negocios actuales: los avances en la ingeniería genética no sólo tendrán implicaciones dramáticas para la gente y la sociedad sino que le darán una nueva forma a muchos sectores de la economía mundial.
Los límites entre las que alguna vez fueron industrias bien definidas -desde la industria agroquímica hasta el cuidado de la salud, la industria farmacéutica hasta la ingeniería y la computación -no estarán ahora claramente delimitadas, y como resultado emergerá lo que promete ser el emprendimiento más importante del mundo: la industria de la ciencia al servicio de la vida.
Un número de compañías, desde gigantes como Monsanto y DuPont hasta empresas nuevas como Geron y Advanced Cell Technology, ya han apostado su futuro al proyecto de la ciencia al servicio de la vida. Estas empresas consideran que si se decodifica el código de la vida se abren posibilidades comerciales virtualmente ilimitadas. Pero también se dan cuenta de que si se trabaja dentro de esta nueva industria se presentan un sinnúmero de difíciles desafíos. Deben repensar sus estrategias comerciales y financieras desde el principio. Deben realizar numerosas inversiones con resultados a largo plazo y, tal vez, inciertos. Deben formar asociaciones complejas, a veces con competidores directos. Sin embargo, tal vez lo más difícil es que deberán que lidiar con un público que se siente intranquilo con la sola mención de la ingeniería genética y aún más con su práctica.
Mientras el desarrollo genético avanza, cada vez más y mayor número de empresas se involucrarán -ya sea por opción o por necesidad- con actividades relacionadas a la ciencia al servicio de la vida y tendrán que enfrentar nuevos y desconocidos desafíos. La manera en que enfrenten a dichos desafíos no sólo determinará su éxito comercial sino que también influenciará directamente el futuro de la vida en nuestro planeta.

Los descubrimientos
El esfuerzo del hombre en pos de la transformación de la vida no es algo nuevo. Durante siglos, los agricultores criaron animales y plantas cuidadosamente para aumentarles su resistencia a las enfermedades e incrementar la producción de alimentos. Pero no fue hasta mediados del 1800, cuando el botánico austríaco Gregorio Mendel comenzó sus estudios de herencia, que el mejoramiento genético dejo de ser una artesanía para convertirse en una ciencia. A principios del siglo 20, se comprendieron claramente las leyes que gobiernan la herencia, pero el mecanismo fundamental no se conoció hasta 1950, año en que James Watson y Francis Crick descubrieron la estructura molecular del ácido ribonucleico.



Craig Vinter presentó el mapa del genoma humano.
Ampliar Foto
Notas relacionadas
La cuestión de las patentes
Los autores
Diario La Capital todos los derechos reservados