Buenos Aires.- Pablo Schoklender, condenado a reclusión perpetua por el crimen de sus padres en mayo de 1981, comenzó a trabajar en un estudio jurídico, en el marco de las "salidas laborales" con que fue beneficiado por la Justicia. El menor de los hermanos Schoklender inició sus tareas en el estudio de su abogado defensor a principios de esta semana, como parte de un régimen de detención atenuada tras haber cumplido dos terceras partes de su condena. Según informaron fuentes judiciales, Schoklender trabaja en relación de dependencia cinco días a la semana, a jornada completa, y por las noches vuelve al presidio a dormir. Schoklender cumplirá tareas, según dijeron las fuentes, en el estudio de uno de sus abogados defensores, Sergio Gandolfo. El estudio está ubicado en la zona de Plaza Lavalle, en las inmediaciones del Palacio de Justicia en Capital Federal. Para las salidas laborales, Schoklender debe concurrir a su trabajo cumpliendo siempre el mismo recorrido geográfico -del que no podrá apartarse- y presentar un familiar que se haga responsable de sus actos. La información sobre las inminentes salidas laborales había trascendido a mediados de abril, después de que el fiscal Oscar Hermelo emitiera un dictamen favorable ante un pedido de los defensores de Pablo Schoklender. Con ese y otros elementos favorables a la conducta del menor de los hermanos, el juez de ejecución de sentencias Néstor Narizano concedió el beneficio. Schoklender tenía en su favor un informe psiquiátrico que indica que no tiene rasgos psicóticos ni psicopáticos, y otro del Servicio Penitenciario Federal que acreditaba su buena conducta dentro de la cárcel. Pablo Schoklender y su hermano Sergio fueron condenados a reclusión perpetua por el crimen de sus padres, Mauricio Schoklender y Cristina Silva. El doble asesinato, que conmovió a toda la sociedad, ocurrió el 30 de mayo de 1981. El matrimonio Schoklender apareció muerto en el baúl de su Dodge Polara, estacionado en la avenida Coronel Díaz. Ambos habían sido atacados a golpes y estrangulados. Pablo y Sergio, entonces de 20 y 23 años, permanecieron algunos días prófugos hasta que fueron detenidos. El menor nunca habló del crimen, en tanto que el otro se autoinculpó y describió un perturbado ambiente familiar. Sergio salió en libertad condicional después de cumplir las dos terceras partes de su condena. En la cárcel se recibió de abogado y cuando quedó libre se vinculó a Madres de Plaza de Mayo. Pablo dejó la prisión en 1985 y se fue del país, pero tres años después la Corte Suprema confirmó su condena y estuvo prófugo hasta 1994 cuando se lo encontró en Bolivia con documento falso y se lo extraditó a la Argentina, donde quedó encarcelado. En Bolivia, el menor de los hermanos formó pareja y fue padre de un niño. Conocidas las salidas laborales de su hermano, Sergio Schoklender optó por el silencio. "No hará declaraciones" sobre el beneficio al que accedió Pablo, aclaró la secretaria de su estudio jurídico. El silencio es la opción que eligió Sergio desde que recuperó la libertad: hasta que su hermano quede libre en forma definitiva, guardará secreto en torno a lo ocurrido la noche del crimen de sus padres aunque en varias ocasiones dejó entrever que revelará aspectos "desconocidos y oscuros" una vez que ambos estén juntos y sin riesgo de volver a prisión.
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