El "Loco del Machete" apuñaló a un vecino por antiguas diferencias

“Llamá a la policía que me apuñaló el Loco del Machete”. Tirado en el suelo de su casa del barrio Hostal del Sol, retorciéndose por el dolor, Gabriel Giménez le pidió el miércoles a Romina, su hija de 18 años, que lo auxiliara. Era la hora de la siesta cuando el hombre de 42 años había recibido de su vecino, Raúl García, al menos cinco puntazos que lo pusieron al borde de la muerte. Por las heridas, a la víctima debieron extirparle el bazo y continuaba anoche internado grave pero estable en el Policlínico de Granadero Baigorria. El agresor, una persona de 38 años, fue apresado ayer por la mañana por efectivos de la subcomisaría 21ª a metros de los tribunales provinciales.

   “Eran las 14.30 y estábamos escuchando música. Mi papá me pidió unas llaves y salió de la casa para cerrar un portón. Todo fue cuestión de un segundo. Le di la llave, me di vuelta y fue entonces que entró tomándose el costado del abdomen: «Romina, me apuñaló el Loco del Machete». Entonces se tiró al suelo y se retorcía del dolor. Los médicos nos dijeron que perdió cerca de 2 litros y medio de sangre”, relató la joven.



Por una medianera. Gabriel Giménez está separado y trabaja como vendedor ambulante. A veces hace changas con su viejo Rastrojero. Vive junto a Romina, uno de sus tres hijos, en la casa donde alguna vez habitó toda la familia, en avenida Central al 8000 (paralela Jorge Newbery). Un alto tapial de ladrillo hueco los separa de donde vive la familia de Raúl García. “Las veces que hubo problemas con el vecino fue por el tapial que hizo mi papá. Mi viejo lo quiso revocar para que no pasara la humedad, entonces fue y le avisó: «Vamos a revocar». Y cuando el albañil llegó para trabajar, este hombre lo amenazó y el albañil no volvió más”, relató Romina.

   En otra ocasión, dijo Elías, otro de los hijos de Giménez, “tuvieron una discusión y el loco lo corrió a mi papá con una escopeta y mi viejo lo denunció”.

   Acerca del episodio del miércoles, Romina dijo que no escuchó ninguna discusión, que su padre salió a la vereda y fue hacia el lado contrario donde vive su vecino. Y que cuando entró estaba bañado en sangre: tenía un puntazo en el costado izquierdo que le perforó un pulmón y le dañó el bazo, un profundo corte en el antebrazo izquierdo y heridas en una mano y en la cabeza.

   Ayer, Giménez seguía grave y estable. Había soportado una operación de más de tres horas que logró mantenerlo con vida. “Lo único que queremos es que todos sepan que el que le hizo esto a mi papá se llama Raúl García”, comentó Romina. Ayer por la mañana, a metros de los Tribunales, agentes de la sub 21ª detuvieron al agresor. l