Toma de rehenes y siete horas de tensión

Buenos Aires.— Un matrimonio y sus hijas de 8 y 12 años fueron tomados ayer de rehenes durante siete horas por tres hombres armados que entraron a robar a su casa de la localidad bonaerense de Don Torcuato y que se entregaron tras liberar a las víctimas.

   Los ladrones exigieron en las negociaciones con la policía un vehículo para escapar, luego liberaron a las chicas y, tras siete horas, al dueño de casa.

   El hecho comenzó cerca de las 7 de ayer en una casa ubicada en Belgrano 481, de Don Torcuato, cuando Julio Taborda, de 36 años, y su esposa, María Julia, se disponían a salir en su auto y fueron emboscados por los maleantes, que se movilizaban en un Renault 11. En el interior de la vivienda, estaban las hijas de la pareja.

   Entonces, un vecino advirtió el episodio a la policía. Tras la denuncia, vehículos policiales arribaron al lugar y rodearon la manzana de la casa, donde los delincuentes se atricheraron con el matrimonio y sus hijas. Al verse rodeados, los maleantes le ordenaron a María Julia que saliera y les dijera a los policías que estaba “todo bien”. En ese momento, uno de los efectivos tomó de un brazo a la mujer y la puso a resguardo.



Contacto crítico. A partir de ese momento, los policías comenzaron a hablar con los delincuentes para que depusieran su actitud. El diálogo quedó a cargo de un negociador del Grupo Halcón de la policía bonaerense. Después, los policías desalojaron a los vecinos del barrio.

   Mientras María Julia era contenida por especialistas del Centro de Protección de los Derechos de la Víctima, los delincuentes exigieron al negociador un auto para escapar. El interlocutor de los malhechores no cedió y persuadió a los asaltantes para que liberaran a las nenas que habían sido encerradas en su habitación, lo que ocurrió cerca de las 12:30.

   Tras comprobar que las chicas estaban ilesas, el negociador continuó la conversación, al tiempo que llegaba al lugar una familiar de los asaltantes. Finalmente pasadas las 14, los delincuentes dejaron ir a Taborda y se entregaron a la policía. l