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viernes,
14 de
septiembre de
2007 |
Política y sexo en Washington
Washington. — Políticos, diplomáticos y asistentes a convenciones figuran entre los que más pagan por servicios sexuales en Washington, incluyendo servicios de menores de edad, reveló ayer la presidenta de un grupo privado que realizó un estudio sobre grandes mercados de tráfico y turismo sexual. “La modalidad no difiere mucho con el tráfico en otras ciudades estadounidenses o el resto del mundo”, declaró Linda Smith. “Pero aquí los protagonistas creen que no van a ser arrestados porque tienen algún tipo de inmunidad”, agregó.
Smith lidera la organización Shared Hope International (SHI, o Esperanza Compartida Internacional) que trabaja en diferentes países en el rescate y restitución de mujeres y niños en esclavitud sexual. La agrupación presentó ayer un informe titulado “Demanda”, que llevó dos años de preparación y fue financiado por el Departamento de Estado.
El estudio analiza los casos de EEUU, Jamaica, Holanda y Japón y “revela un modelo oportunista y enmarañado” de compradores, traficantes, reclutadores y facilitadores de esos servicios. Indica que en Atlanta, Las Vegas y Washington, “muchos niños son prostituidos en las calles, a través de servicios de compañía, pornografía y bailes eróticos, y cada vez son también mayores los compradores de esos servicios”. El estudio no señala casos específicos de tráfico de niños con fines sexuales en Washington o las otras dos ciudades estudiadas. Pero su difusión actualiza escándalos recientes en la capital.
La madama. El más reciente escándalo lo protagonizó Deborah Jean Palfrey, una californiana conocida como “la madama de Washington”, que regentaba un servicio de acompañantes. En su libreta figuraban clientes como el senador republicano David Vitter, quien luego admitió públicamente haber cometido “pecados graves” en su pasado.
En EEUU, el promedio de edad para el ingreso a la industria del sexo comercial es de entre 11 y 14 años, y llegan al país entre 14.500 y 17.000 extranjeros al año traficados con ese fin. En Las Vegas, el promedio de edad de niñas prostituidas es de 10 años. De los menores que se fugan de su casa en toda la nación, el 90% se vuelve parte del comercio sexual; el 55% de las niñas se prostituye en las calles y un 75% tiene un explotador. La sentencia mínima para un explotador en EEUU es de 10 años de prisión.
La tecnología pasó a ser el más grande facilitador del tráfico y turismo sexuales. Una búsqueda de un mes en internet identificó 2,2 millones de sitios en inglés de servicios de pornografía y compañía, y en más de 5.000 de ellos “se han encontrado firmes indicios de tráfico de sexo”, dijo la SHI.
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