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miércoles,
05 de
septiembre de
2007 |
La Nación premió el trabajo de las escuelas solidarias
Jesús de Nazaret, de Rosario, fue distinguida por su labor sobre la trata de personas
Vanesa Valenti / La Capital
Forjar a los alumnos como personas de bien en una sociedad donde algunos valores están en vías de extinción no es una tarea fácil. Por eso, desde hace siete años el Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología de la Nación propone, mediante la entrega de los premios presidenciales Escuelas Solidarias, que esa situación se revierta, que más allá de lo pedagógico exista una educación en valores y que los alumnos se involucren en acciones que tienen que ver con el beneficio de las comunidades en las que viven.
En ese marco se entregaron en Buenos Aires los premios Escuelas Solidarias 2007, un reconocimiento que galardonó a las 30 escuelas finalistas pero que marcó diferencias: ocho, de las 16 menciones de honor que se entregaron fueron para Buenos Aires, el resto de las provincias sumó la misma cantidad, entre ellas hay una escuela de Rosario.
El certamen, que abrió la convocatoria de proyectos en abril, tuvo una respuesta récord. Las escuelas presentaron unas 3700 experiencias de muy buena calidad, haciendo principal hincapié en el aprendizaje-servicio denotando las principales preocupaciones de los chicos.
Respecto a cuáles son los parámetros mediante los cuales se eligieron a los ganadores, Gabriela Hillar, coordinadora del área de escuelas solidarias, señaló: “Evaluamos fundamentalmente el protagonismo de los alumnos, nos fijamos que haya una verdadera intención pedagógica en lo que se propone y vemos si esa necesidad que buscan cubrir o atender es realmente significativa”. Por otra parte, durante este año las principales inquietudes que los estudiantes manifestaron a través de los proyectos se relacionan con el medio ambiente, la salud y la educación. “Uno de los temas más interesantes es ver cómo las escuelas se preocupan para que sus alumnos refuercen sus aprendizajes para poder asistir a todos aquellos que están en situación de inequidad educativa”, dijo Hillar.
Si bien la cantidad de proyectos presentados responden a todos los niveles, y a pesar de que este año sorprendieron los del nivel inicial, hay un grupo que se destaca regularmente, el de la escuela media. Para Hillar, esto tiene una justificación: “La educación solidaria tienen que ver con el temperamento que uno va forjando en esa edad donde el compromiso ciudadano y participativo tienen que ver con la evolución”, dijo.
Trata de personas. La escuela Nº 2046, Jesús de Nazaret, de Rosario, fue distinguida con un segundo premio por el trabajo que los alumnos del polimodal realizan acerca de la concientización sobre la trata de personas con fines de explotación sexual. La tarea, propuesta por la congregación de las hermanas Oblatas, es un trabajo conjunto que involucra distintos espacios curriculares y que inclusive llegó al Concejo Deliberante de la ciudad con el fin de obtener mejoras en el tratamiento del tema. “No pretendemos desbaratar bandas, sino trabajar en la concientización desde la información para evitar que estos casos sigan sucediendo”, señaló Jonatan Gaede, uno de los alumnos involucrados en el proyecto.
La trata de personas es, según las fuentes consultadas por los alumnos, el tercer gran negocio luego de las armas y el narcotráfico y por eso entienden que nadie está exento del peligro que ello conlleva. “Es un tema que queremos instalar en la sociedad. Esto nos sirve para entender que hay mujeres que están siendo obligadas a hacer cosas por fuera de su voluntad y eso nos puede pasar a todos”, señaló Mariana Tur, otra de las alumnas.
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Fotos
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Las distinciones se entregaron en el Palacio Pizurno.
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