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miércoles,
05 de
septiembre de
2007 |
Odisea, miedos y final feliz
Estela, madre de Giuliana, señaló a La Capital durante su afortunadamente breve permanencia en Rosario _su hija fue hallada poco después _, que en las horas previas a su desaparición la menor no manifestó ningún tipo de conducta anómala. “El jueves a la noche cenó normalmente con nosotros, en familia, junto a sus otras dos hemanas, la mayor y la menor.
Una adolescente normal. La madre señaló asimismo que en ningún momento Giuliana expresó malestar alguno y que su comportamiento era el habitual en una adolescente a la que sólo de vez en cuando debía llamar la atención por cuestiones puramente domésticas menores.
Amistades. No obstante, la progenitora señaló que a Giuliana le había prohibido establecer amistad con su compañera de aventura Luciana, “en razón de las amistades poco recomendables que esta solía cultivar, y entre las que se cuenta el menor Franco, que habría colaborado en la fuga de hogar de las menores en cuestión.
Lentitud. Poco antes de la feliz resolución del caso, los padres de Giuliana, que no descartaban hipótesis de secuestro, señalaban ayer su preocupación ante el hecho de que, existiendo indicios a seguir sobre posibles paraderos de las menores, la policía no podía actuar en consecuencia ante las demoras judiciales en librar las correspondientes órdenes de allanamiento.
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