Un encuentro signado por la necesidad

El diálogo, los acuerdos y los consensos parecen ser los sustantivos que eligieron desde la conducción de Idea para posicionarse este año —y los sucesivos ya que hablan de agenda de mediano y largo plazo— como interlocutores del empresariado argentino ante la sociedad y el gobierno. Y con el mismo tono se acercó la candidata presidencial Cristina Fernández de Kirchner a la mesa de los hombres de negocios en un almuerzo que ayer compartió con ellos en el Sheraton de Buenos Aires.

   Los discursos de uno y otro lado cabalgaron sobre los mismos ejes porque, en definitiva, hay una necesidad mutua de ambas partes. Los hombres del establishment económico reconocen en Cristina a la futura presidenta y saben que será la próxima interlocutora a la hora de las negociaciones, al tiempo que desde Idea como institución buscan volver a contemporizar con el gobierno después de algunas ediciones donde el Coloquio fue cuanto menos ninguneado por el propio presidente.

   Por el lado de la primera dama, asegurarse los consensos básicos que le garanticen la gobernabilidad no es poca cosa y mucho menos si se tiene en cuenta que buena parte de los que ayer estaban en el convite son los mismos que reclaman desde hace tiempo toda la grilla de reformas —por caso actualización de tarifas, etc— que se prevé ella deberá encarar en la próxima gestión.

   Distendida, locuaz, por momentos con algún que otro pase de factura a la lógica del neoliberalismo del que muchos de los presentes abrevaron en otros años, Cristina se llevó aplausos y mucho más: la gran mayoría del auditorio serán sus futuros votantes, por amor o por espanto.