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viernes,
31 de
agosto de
2007 |
Ocho años de prisión por matar a un vecino
El crimen fue el 30 de abril. La condena se conoció en el marco de un juicio abreviado
María Laura Cicerchia / La Capital
Oscar Rubén Gómez llegó a las 10 de la mañana de ayer a los Tribunales para asistir al juicio oral al que fue sometido por el crimen de un vecino, a quien ató de pies y manos, estranguló con un lazo y arrojó a un basural cuatro meses atrás. Y en sólo 15 minutos conoció el veredicto: le dieron 8 años de prisión. Así, en tiempo récord, el caso quedó resuelto.
Si el changarín de 44 años pudo resolver en minutos un trámite que usualmente lleva más de un año es porque optó por el juicio oral abreviado, alternativa prevista en el Código Procesal Penal actualmente en vigencia para agilizar causas cuando hay un acuerdo entre las partes. Es que la defensora oficial del acusado había acordado con la fiscal Cristina Rubiolo que solicitara la pena mínima del homicidio simple a cambio de un trámite rápido. Y el juez de Sentencia Ernesto Genesio así falló tras una breve audiencia.
Bajo la basura. Oscar Marrone Gómez fue condenado a 8 años de prisión por el crimen de su vecino Jonatan Pablo Monzón, de 21 años, ocurrido el 30 de abril en inmediaciones del Parque Sur. El cuerpo apareció en la esquina de Los Andes y Centenario cubierto por ramas, con sus manos y pies atados con una soga, estrangulado y con dos bolsas atadas al cuello con alambre.
Monzón vivía con su familia en la villa del Mangrullo. Tenía un pedido de captura tras salir con un permiso transitorio de la cárcel de Piñero, donde cumplía una condena. Cuando la policía comenzó a investigar en el barrio, algunos vecinos revelaron que el día anterior Monzón había merodeado el rancho de Gómez y que hubo una pelea entre ambos. Incluso, la noche del 3 de mayo los vecinos prendieron fuego al rancho de Gómez, la policía lo apresó y él confesó.
Contó que la noche anterior había ido a jugar al chinchón a la casa de una vecina donde se quedó hasta las 4.30 de la madrugada. Y que al volver vio que Joni Monzón salía con una radio y un bolso de su casa. “¿Qué hacés loco con eso?”, le recriminó.
El joven se quedó quieto y él lo amenazó con un hacha. “Lo metí para adentro, lo hice sentar y le pregunté por qué me quería robar”, dijo. Joni le contestó que estaba “reloco”, algo que no calmó a Gómez.
Confesión. Le ató los pies y las manos con una soga y le comprimió el cuello con un alambre hasta que dejó de moverse. “Lo ahorqué varios minutos. Pero vi que empezó a quejarse y me pareció que vivía. Agarré una bolsa, se la puse en la cabeza, la até con alambre y me di cuenta de que estaba muerto”, detalló.
Luego cargó el cuerpo en un carrito, lo cubrió con cartones y comenzó a caminar al costado de la vía que corre paralela a la vía. “Cuando llegué a la rotonda donde está la estatua de Evita (en el barrio Saladillo) doblé y me fui para el Parque Sur. Lo tiré en un basural y lo tapé con cartones y ramas”, reveló.
Para el juez Genesio, las circunstancias que rodearon al hecho y la falta de antecedentes del imputado justifican la pena de 8 años de prisión. Y así falló, al término del juicio abreviado.
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