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viernes,
31 de
agosto de
2007 |
Los mercantiles apoyaron a repositores de La Serenísima
Empleados de Comercio pide que los trabajadores se encuadren en el convenio lácteo
El gremio de empleados de comercio de Rosario respaldó ayer el reclamo de los repositores de la empresa láctea Mastellone (La Serenísima) para trabajar bajo el convenio colectivo de la industria lechera, ya que actualmente lo hacen bajo las condiciones pactadas con el sindicato mercantil. Los trabajadores llevan ya casi 20 días de protesta impidiendo la entrada y salida de camiones del centro de logística y distribución que la firma tiene en la zona norte de Rosario.
En un hecho casi inédito en la historia sindical, el secretario gremial de Empleados de Comercio, Carlos Ghioldi, explicó que la decisión de apoyar el traspaso apunta a “demostrar que no existe ninguna pelea intergremial como lo quiere hacer ver la empresa”. Una postura que, dijo, “buscan instalar la mayoría de las empresas cuando en realidad son ellas y no nosotros quienes anotan de forma fraudelanta a sus empleados a través de agencias de empleo temporario”.
Si bien el conflicto se desató por el reclamo de traspaso de doce repositores contratados por Con-Ser (Concesionario La Serenísima) en la región, que significaría un aumento de la masa salarial cercana a los 10 mil pesos mensuales, la empresa se mantiene en su postura porque pretende evitar una nacionalización de la protesta. A un costo no menor: hay desabastecimiento de sus productos en la góndolas desde hace casi veinte días.
Mastellone a nivel país cuenta con aproximadamente 600 repositores, la mayoría en Capital Federal. El resto de las empresas del sector —incluso Danone, socia de La Serenísima—, traspasó sus repositores a la Asociación de Trabajadores de la Industria Láctea (Atilra). Este proceso se aceleró en los últimos meses. En la región, todas las empresas lácteas dan trabajo a unos 80 repositores, según señaló Eduardo Barbero, dirigente del sindicato.
Ambos sindicatos se reunieron ayer para denunciar a la empresa y al Ministerio de Trabajo que “cometen fraude laboral al encuadrar diferentes tareas en un mismo convenio laboral”. Si se pasan al convenio de la industria láctea, los repositores pasarían de cobrar un básico de 1.080 pesos y 1.700 de bolsillo, trabajando 48 horas semanales, más sábados, domingos y feriados, a 1.714 pesos de básico y 2.500 de bolsillo, con 44 horas semanales y adicionales por desempeñar su tarea los fines de semana. Desde Atilra no descartaron que la protesta se traslade a la planta de la firma en General Rodríguez. l
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