|
viernes,
31 de
agosto de
2007 |
Una taxista golpeada por un colega, que quedó detenido
El agresor le disputó un viaje pero se coló otro tema: la mujer maneja una de las chapas nuevas
La disputa por un viaje terminó con un taxista detenido por haberle pegado una cachetada a una colega mujer. La víctima de la agresión, Carmen Duré, de 45 años, conducía un taxi Fiat Siena anteayer a la madrugada cuando levantó a dos pasajeras en Pellegrini entre Corrientes y Entre Ríos. Apenas lo hizo escuchó insultos de atrás: un tachero a bordo de un Renault 19 le empezó a gritar “muerta de hambre”, se bajó del coche, caminó hasta el suyo y le propinó un golpe en la cara. La mujer no dudó, lo siguió, llamó a la policía y lo denunció por lesiones. La hipótesis es que el agresor sumó otro motivo de bronca a la pérdida del viaje: que la taxista manejaba una “chapa nueva”.
Según contó ayer Duré, todo empezó el miércoles a la 0.55 cuando con total inocencia levantó a dos chicas que le hicieron señas, sin advertir la cercanía de otro taxi.
Desde ese coche fue de donde primero salieron los gritos de “muerta de hambre” y “chapa regalada”, y después el propio conductor, Hugo Ramón G., de 59 años, un taxista fuera de sí que se acercó al Siena de Duré y le pegó un “sopapo” mientras le recriminaba violentamente haberle “choreado” un viaje. Las pasajeras, aterrorizadas, se bajaron.
Luego el taxista subió a su auto y se fue derechito a contar su hazaña a la estación de servicios de Entre Ríos y Gálvez. Pero Duré lo siguió, pudo ver cómo se “mataba de risa” narrando el episodio a otros colegas y sin pensarlo dos veces llamó a la policía.
A los minutos llegaron hasta el bar de la estación dos camionetas de la Patrulla Urbana, que detuvieron al agresor y lo trasladaron a la seccional 2ª, donde según detalló su titular, Sergio Coronel, poco después recuperó su libertad.
La víctima de la agresión, una de las pocas conductoras de taxi que trabaja toda la noche, ayer todavía no salía de su asombro por la conducta del colega. “No puede ser que ahora, que hay más seguridad y más policías en las calles, tengamos que tener miedo de matarnos entre nosotros, y menos por un viaje miserable”, se indignó Duré.
Sin embargo, no sólo se trató de ese tema. Según el testimonio de la tachera y otros taxistas con los que dialogó La Capital, las nuevas licencias que se van incorporando a la ciudad no gozan de la simpatía de todos sus pares. Por eso la bronca del agresor apuntó también a ese dato.
enviar nota por e-mail
|
|
Fotos
|
|
“Muerta de hambre” le gritaron antes de acusarla de “chorearle” un viaje.
|
|
|