Según Von Wernich, un testigo era de Inteligencia del Ejército

Buenos Aires.- El ex capellán de la Policía Bonaerense Christian Von Wernich intentó hoy invalidar el testimonio de una de sus supuestas víctimas, en el juicio que se le sigue por delitos de lesa humanidad en la dictadura, al acusarlo de haber sido un doble agente perteneciente al Ejército y no un prisionero político.

“El señor Luis Velasco Blacke pertenecía al Batallón 601 de Inteligencia del Ejército y su detención fue pedida por medio del batallón para recoger información de las distintas comisarías en que había alojada gente y producir informes”, dijo el cura.

Luis Velasco Blacke -quien por su parte acusó al cura de ir a los calabozos y dijo que veía a Von Wernich “como un elemento de inteligencia de las fuerzas de seguridad”-, estudiaba medicina en la Universidad de La Plata y militaba en el Partido Comunista.

Fue secuestrado y pasó por los centros clandestinos de detención que funcionaron en la Brigada de Investigaciones, Arana y Pozo de Banfield hasta que lo liberaron, viajó exiliado a Perú y, finalmente, España.

El sacerdote confió que los datos para acusar a Velasco los obtuvo del ex jefe de Investigaciones condenado a prisión perpetua Miguel Etchecolatz -compañero suyo en la cárcel de Marcos Paz- e incluso insinuó que el testigo y ex detenido-desaparecido habría traicionado a sus compañeros de reclusión.

“Gracias a esos informes (atribuidos por él al testigo) se produjeron luego allanamientos en áreas de La Plata”, sostuvo el religioso y lamentó que “el señor Velasco me haya difamado como lo ha hecho y dado que pertenecía a una fuerza de inteligencia, no sé por qué me está acusando”.

Luego de esa ampliación de declaración indagatoria, Von Wernich eligió no retirarse de la sala de audiencias, tal y como venía haciendo, y se quedó sentado junto a sus abogados defensores para escuchar el testimonio de Velasco, quien viajó especialmente desde España para declarar.

El testigo, que ya en 2000 había comparecido en el llamado Juicio por la Verdad, confirmó que estuvo secuestrado en los campos mencionados anteriormente y que allí lo torturaron salvajemente.

“Von Wernich nunca ocultó su identidad, venía a la celda a hablar con nosotros y nos decía que nos quitáramos la capucha para hacerlo cara a cara”, rememoró el sobreviviente y añadió que “en una oportunidad entró y dijo: «Quitate la venda, yo a vos te conozco, sos el sobrino de Monona»”.

Según coincidieron en afirmar ambos en sus respectivos relatos, Velasco Blacke era sobrino de un señor que estaba casado con la tal Monona, a su vez prima de Von Wernich, y que residía con su marido -un juez- en la ciudad bonaerense de Carlos Casares.

“Nunca lo vi a Von Wernich como un elemento de Cristo. Lo vi como un elemento de inteligencia de las fuerzas de seguridad. Nunca lo vi repartir ningún sacramento ni realizar actividad pastoral”, agregó el testigo, quien confió ser el único sobreviviente de quienes ocupaban su celda en la Brigada de Investigaciones.

Finalmente, Velasco Blacke admitió que consiguió un pasaporte para salir del país gracias a gestiones de Von Wernich e incluso confió que ya en libertad “nos encontramos en Carlos Casares y me dijo que por las conversaciones que habíamos tenido en la celda fueron posibles varios operativos”.

Von Wernich, de 69 años, es enjuiciado como supuesto coautor de siete homicidios y varios casos de torturas y privaciones ilegales de la libertad durante su gestión como capellán de la Policía Bonaerense, cuando esa fuerza de seguridad era comandada por el fallecido general Ramón Camps y su mano derecha, Etchecolatz. (DyN)