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lunes,
27 de
agosto de
2007 |
Sufrió y lo encontró
Un penal cuando el partido se consumía y el rival había quedado reducido a nueve hombres le permitió a Boca vencer a Gimnasia La Plata por 2 a 1 en La Bombonera, en un partido vibrante, de escaso vuelo futbolístico, en el que el local había acumulado merecimientos suficientes como para justificar el resultado.
Lo más importante del partido pasó en el segundo tiempo, en el que Boca golpeó de entrada a los 3’, a través de una jugada que Dátolo armó por izquierda, continuó con un toque de Palermo y la llegada franca de Palacio, que con un zurdazo bajo al palo izquierdo venció a Cejas para establecer el 1 a 0.
Lo que a Boca le había costado 48’ de esfuerzo se derrumbó casi de inmediato porque, a los 5’, Morel se complicó en una jugada de fácil resolución y terminó cometiendo una infracción. Piatti hizo el tiro libre, Civelli cabeceó para arriba, un rebote casual en el brazo de Escobar y el balón quedó servido para que Domínguez, desde cerca, venciera a Caranta.
Desde entonces Boca fue incesantemente al ataque y Gimnasia se refugió cada vez más atrás. A los 17’, fue correctamente expulsado Escobar, que había cometido una considerable cantidad de infracciones y con un foul a Ledesma se ganó su segunda amonestación.
Con el debutante Leandro Gracián en la cancha, Boca fue más claro y siguió en lo suyo, pero en el último cuarto de hora sintió el desgaste y hasta dejó abierto algún resquicio como para que el Lobo lo inquietara de contraataque.
A los 41’, el equipo platense sufrió la expulsión de Civelli, esta vez por un exceso del árbitro Lunati, porque si bien la infracción del zaguero a Ledesma pudo haber ameritado una amonestación, de ningún modo fue una acción que significaba una expulsión directa.
Se terminaba el partido, cuando a los 44’, en una jugada para nada clara, la pelota quedó para Boselli. Este se adelantó ante la salida de Cejas y el arquero lo barrió, cometiéndole un claro penal. Ledesma lo ejecutó bajo y a la derecha, Terremoto alcanzó a tocar, pero igual fue gol y victoria de Boca.
Al equipo de Russo le costó encontrar ideas y profundidad, sobre todo en la primera etapa, pero en el complemento tuvo lo agresividad necesaria como para acorralar a Gimnasia y por eso el triunfo no puede discutirse. No brilló pero se quedó con el premio mayor por vocación de triunfo.
En el segundo tiempo Boca acumuló ocho aproximaciones al gol contra dos de su rival, con lo cual queda demostrado que los tres puntos quedaron en buenas manos. Así, el equipo de Russo se colocó en carrera en el torneo, a pocas horas de un partido clave ante Independiente, aunque todavía no encontró un rendimiento aceptable.
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