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 lunes, 27 de agosto de 2007  
Multitudinario homenaje sureño a Ceferino

Miles de peregrinos provenientes de distintos puntos del norte de la Patagonia se congregaron en ayer en Chimpay para ratificar su fe y esperanza en Ceferino Namuncurá, el mapuche que el 11 de noviembre se convertirá en el primer beato de la Iglesia Católica nacido en territorio argentino.

   A 121 años del nacimiento de Ceferino Namuncurá, y con dos grados bajo cero, entre 35 mil y 38 mil fieles, según fuentes policiales, se dieron cita temprano en la ceremonia realizada tras las suaves colinas del Valle Medio. Allí el representante mapuche Jacinto Ñancufil, de la comunidad de Carmen de Patagones, elevó una rogativa en la antigua lengua araucana.

   “Ceferino es un lonko (cacique) espiritual del pueblo mapuche, él le pidió a su padre que lo hiciera estudiar y lo protegió la Iglesia Católica. Pero él no quería ser cura, su objetivo era ayudarnos a nosotros, sus hermanos, para que pudiésemos superar nuestro abandono” dijo Jacinto.

   En tanto, el obispo de Bariloche, Fernando Maletti, quien acompañó la peregrinación de 12 kilómetros, sostuvo que “Ceferino nos señala el camino justo de la reivindicación de los pueblos originarios, de sus tierras y de su cultura”.

   El obispo viedmense, Esteban Laxague, al pronunciar la homilía de la celebración litúrgica dijo que “Ceferino es el ejemplo de lo que dice el Evangelio, los más postergados y discriminados, los últimos en el orden social, serán los primeros a la hora de lograr la consagración en el mundo celestial”.



11 de noviembre. “Por eso mismo, a través de sus milagros, logra esta beatificación que tanto esperábamos y será el protagonista de la gran fiesta del 11 de noviembre, a la cual estamos invitando hoy”, añadió el prelado.

   Los peregrinos llegaron con ropas y alimentos no perecederos para donar, que fueron recibidos por Cáritas. Hasta la media tarde se habían reunido unos 60 metros cúbicos de ropa y casi media tonelada de alimentos, cantidad apenas superior a la del año pasado “porque la crisis se nota cuando la gente pobre tiene menos para dar” afirmó Josefa Sampallo, coordinadora de Cáritas.

   También participaron unos 300 jinetes procedentes de distintos puntos patagónicos, con pancartas alusivas a Ceferino sobre sus cabalgaduras, con las mejores pilchas criollas.

   Por su parte, el gobernador rionegrino, Miguel Saiz, se sumó a la peregrinación y aseguró que concurría “como un rionegrino más, para participar de esta hermosa fiesta de fe popular”. (Télam)
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