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lunes,
27 de
agosto de
2007 |
Desde hoy se levanta la restricción de consumo eléctrico a la industria
A partir de hoy queda liberada la provisión de electricidad a los grandes usuarios, según el cronograma dispuesto por el Ministerio de Planificación para normalizar la oferta de energía a las industrias. De todas formas, la mayoría de las industrias santafesinas no cambiarán inmediatamente su esquema de producción, debido a cuestiones logísticas, y otras continuarán con sus actuales horarios para evitar el sobrecosto que les representaría un mayor consumo en horas pico, a raíz de que sigue en vigencia el plan Energía Plus.
El ministro Julio De Vido durante una visita realizada a principios de la semana pasada al puerto de Zárate, había anunciado que desde hoy “quedarán eliminadas las restricciones tal cual lo anunciáramos”. Las restricciones en el suministro de energía eléctrica comenzaron a levantarse gradualmente el lunes 13 de agosto, con una reducción de cuatro horas —de 18 a 22 frente al horario vigente hasta ese momento de 16 a 24— y la liberación de 400 MW de potencia.
El lunes pasado se liberaron otros 200MW de potencia adicional, mientras el horario se mantuvo entre las 18 y las 22, con lo que el ahorro efectivo se redujo a 600 MW frente a los 1.200 MW vigentes hasta el domingo 12 de agosto.
A partir de hoy, las las industrias no tendrán más restricciones en materia de electricidad, salvo el tope fijado a fines del año pasado por la Secretaría de Energía mediante el plan de Energía Plus, que especifica que las empresas que consuman por encima del promedio diario de 2005 recibirán multas por el exceso.
Paso a paso. Desde la Federación Industrial de Santa Fe (Fisfe) reconocieron ayer que muchas empresas continuarán con el actual esquema de producción, fuera de los horarios picos, por el fuerte impacto que tiene en la ecuación económica el costo adicional que generan las sanciones de la Secretaría de Energía. “Cada empresa buscará armonizar sus horarios en base a sus costos”, dijo el dirigente industrial Carlos Garrera.
Otro grupo de empresas, principalmente las denominadas “grandes”, señaló que se encuentra analizando la vuelta al esquema previo a las restricciones. Es el caso de General Motors, desde donde comentaron que en estos momentos “está en evaluación” el retorno a los horarios tradicionales de la planta y que se producirse “no será de forma inmediata”. Explicaron que esto se debe a que requiere toda una reingeniería logística que lleva un tiempo y que tiene que ser estudiada junto con los proveedores.
Sin apuros. Los industriales admitieron también que se tomarán su tiempo porque quieren ver cómo evoluciona el sistema energético con el fin de las restricciones. Les preocupa que una posible demanda de energía hasta ahora reprimida pueda provocar un nuevo cuello de botella que haga necesario reestablecer algún esquema restrictivo o más costoso. Una muestra de ello es la compra creciente de equipos de autogeneración para instalar en fábricas.
Sobre las posibilidades de que ante un verano caluroso vuelvan las restricciones, Garrera explicó el riesgo no estará en la generación eléctrica sino posiblemente en el sistema de distribución. Pero dijo que ayudará la puesta en marcha de la central termoeléctrica Brigadier López pasado mañana en el parque industrial de Sauce Viejo, de 280 megavatios de generación, hasta tanto se concluyan de la central de Timbúes.
Sin embargo, entre los industriales santafesinos consultados ninguno espera un crecimiento repentino de la producción en el corto plazo y recordaron que continúa el freno para incrementar el consumo de gas, un insumo clave para muchas fábricas.
La industria acusa recibo de la crisis energética.
Las secuelas. Los efectos sobre la crisis energética en la actividad manufacturera quedó en evidencia en julio, que cayó 2,1% en relación a junio pasado, según los datos que dio a conocer el viernes pasado el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), y creció apenas 2,7% en relación a igual mes de 2006.
Por si faltaban pruebas de que los cortes programados de electricidad y gas repercutirían en la medición, por primera vez en la historia del organismo, las cifras de este indicador presentó una discriminación entre la evolución fabril computando al sector del acero y sin tomarlo en cuenta.
Si no se toma en cuenta ese sector “que registró una fuerte caída” la industria en julio creció un 5,4% en términos interanuales y cayó un 0,4% respecto de junio. Otro a tener en cuenta es que la utilización de la capacidad instalada de las industrias cayó en julio tanto respecto del mismo mes del año pasado como en relación con junio.
El mes pasado, la capacidad instalada de las industrias fue del 69,2%, cuando hace un año era del 73,7% y en junio de este año había sido del 72,6%. Las cifras surgen la medición desestacionalizada del anticipo del Estimador Mensual Industrial (EMI) que, por primera vez, refleja dos variantes de un mismo indicador, algo que no ocurría desde la época en que era ministro de Economía José Alfredo Martínez de Hoz, cuando el índice de precios al consumidor se daba a conocer sin tener en cuenta el precio de la carne.
El comunicado del Indec especifica que la demora en la difusión del índice “se debió a los problemas técnicos originados en la realización de los procesos estadísticos especiales necesarios para la elaboración del cuadro” que mide la evolución fabril, sin acero.
Es que justamente el acero registró en julio una caída del 26,2% en comparación con igual mes del año pasado y de un 20,5% respecto de junio.
“La actividad vinculada a la producción de acero presentó circunstancias excepcionales que ameritan un tratamiento ad-hoc”, expresa el comunicado y agrega que “a título de ejemplo, una de las plantas detuvo su actividad para concluir su proceso de inversión tendiente a aumentar su producción y otras realizaron paradas técnicas anuales”.
Acero. Un informe elaborado por la consultora Investigaciones Económicas Sectoriales, señala que “las perspectivas del sector siderúrgico aparecen con “signos de incertidumbre” debido a las restricciones energéticas y a la repercusión en el mercado mundial de la entrada de China como país exportador.
En el primer semestre de 2007 las exportaciones siderúrgicas llegaron a los 776.700 toneladas, con una contracción del 1,2% respecto de igual período de 2006.
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