El público rosarino mostró pasión por Serrat y Sabina

Más de diez mil entradas vendidas en el primer día en que se habilitaron las boleterías

Más de diez mil entradas vendidas fue el resultado del primer día de venta para el espectáculo “Dos pájaros de un tiro” que Joan Manuel Serrat y Joaquín Sabina ofrecerán el próximo martes 27 de noviembre en el estadio Rosario Central. Las largas colas en la peatonal Córdoba, frente a los dos locales de Sport 78 donde se instalaron las boleterías del show, quebraron la rutina del lunes desde las primeras horas de la mañana. La gente, con edades que oscilaban entre los 20 y los 60 años, demostró, una vez más, su lealtad a la dupla de compositores españoles.

   “Yo tengo un boxer que le puse Joaquín y un bulldog llamado Nano, eso te explica por qué estoy acá”, comentó a La Capital María de los Angeles, de 47 años, quien confesó que siempre soñó con ver a los dos artistas juntos sobre un escenario. A su lado, su sobrina María Laura, de 25, agregó: “Me gustan los dos, pero el gusto por Serrat es un poco heredado de mis padres, en cambio Sabina ya es de mi parte. Además, vengo porque siempre siento temor de verlos por última vez”, en alusión a los problemas de salud que atravesaron ambos artistas.

   Vestido de traje y con el celular en la mano, Ricardo, corredor de cereales, de 41 años, estaba ansioso por obtener sus tickets. “Me tocó comprar 30 entradas para mis compañeros de la oficina”, reveló soportando sin chistar la larga cola de personas que tenía por delante.

   La que puso el grito en el cielo fue Elvira, una coqueta jubilada de 64 años, quien llevaba casi tres horas parada frente al el local de Córdoba y Corrientes. “Estoy desde las 10 de la mañana y esto no se mueve, de todos modos soy una seguidora de Serrat de toda la vida y voy a esperar lo que sea por él”, destacó la mujer, quien reconoció que le gustaba más la “etapa más revolucionaria” del catalán.

   Ricardo Alongi, el empresario local que trae el show, dijo que “ya se vendió la mitad de las entradas disponibles, pero no hay que alarmarse, ya que se agotaron sólo las plateas bajas y las más caras, como suele ocurrir cuando vienen Sabina y Serrat a Rosario”.

Las largas colas desde temprano cambiaron la fisonomía de la mañana del lunes en el centro rosarino. Las entradas más caras se agotaron rápidamente, pero queda mucho lugar disponible.