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martes,
10 de
julio de
2007 |
Obispo criticó la situación laboral
El arzobispo de Tucumán, monseñor Luis Villalba, advirtió ayer que la falta de trabajo “sigue siendo una deuda social no saldada” por el gobierno de Néstor Kirchner, y reclamó organizar las estructuras de la sociedad para que “todos alcancen una vida digna”.
“Hay que reconocer que el crecimiento económico no resolvió el problema de la exclusión y la iniquidad social”, aseveró el prelado durante el Tedéum por el 9 de Julio en la catedral tucumana, al que no asistió el presidente Kirchner, que aún no había llegado a la provincia. En cambio, en primera fila estuvo el gobernador José Alperovich y otras autoridades provinciales.
Villalba consideró que “si bien los planes sociales fueron, en su momento, una necesidad para enfrentar la crisis, no solucionan los problemas y cuando se prolongan en el tiempo desalientan la cultura del trabajo”, y reiteró que “la falta de trabajo sigue siendo una deuda social no saldada”. También alertó sobre “la iniquidad del pago en negro, tanto por parte de los privados como del Estado”, al referirse al derecho a una vida digna que tienen hombres y mujeres adultos.
Por una vida digna. “Todos tienen derecho a una vida digna”, sentenció el arzobispo, al hacer hincapié en que la vida ”debe ser respetada y protegida desde el momento de la concepción hasta su muerte natural”.
Villalba reiteró la oposición de la Iglesia al aborto, pero también se refirió a los “400.000 niños de entre cinco y trece años que trabajan”, a los que abandonan la escuela y a los “chicos de la calle” que recogen cartones o limpian parabrisas en las esquinas.
Tras asegurar que el trabajo infantil “alimenta el círculo vicioso de la pobreza”, exigió que las violaciones a la dignidad de los niños sean “acción prioritaria del Estado y la sociedad” y que los derecho de estos sean protegidos por “los ordenamientos jurídicos”.
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