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sábado,
09 de
junio de
2007 |
Detuvieron en Madrid al traficante de armas sirio Monzer al Kassar
El magnate sirio Monzer al Kassar, quien estuvo unido con fuertes lazos al menemismo al principio de los años 90, fue detenido ayer en España a pedido de la Justicia de los Estados Unidos, que lo responsabiliza de participar en la financiación de actividades terroristas.
Acusado en distintas partes del mundo del tráfico de drogas y armas, investigado por sus relaciones con grupos armados de Medio Oriente y América latina, Al Kassar lleva una vida de lujos y ostentación en Marbella.
Todavía tiene pendiente una causa en Argentina por haber conseguido carta de ciudadanía y documento de identidad en tiempo récord, aunque logró escapar de una sospecha en el expediente por la venta ilegal de armas de Croacia y Ecuador, uno de los mayores casos de corrupción que afectó al menemismo.
Hacedor de una enorme fortuna, el sirio fue declarado "persona no grata" en Estados Unidos, Canadá y Austria, expulsado de Francia, Alemania e Italia y procesado en Dinamarca y Suiza.
En 1988, cuando se fue de España -donde residía- se le prohibió el reingreso durante tres años.
Su detención fue solicitada ahora por un tribunal de Nueva York que lo acusa de ayudar a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc) en operaciones que incluían el contrabando de cocaína.
También pesa sobre Al Kassar la acusación de "conspiración para matar a ciudadanos y oficiales estadounidenses, usar y adquirir misiles antiaéreos, blanquear dinero y traficar con drogas".
Tras su detención en el aeropuerto madrileño de Barajas, las autoridades españolas ordenaron el registro de la casa del multimillonario en Marbella, quien -además- deberá responder a un interrogatorio del juez de la Audiencia Nacional, Juan del Olmo.
Una de las tantas acusaciones que afrontó Al Kassar fue la de haber proveído armas y financiamiento al Frente de Liberación Palestina, que en los 80 secuestró en aguas egipcias del buque italiano "Achille Lauro", cargo del que resultó absuelto en 2005.
Argentino
Al Kassar ganó fama en Argentina en los años 90 cuando logró sólidas relaciones con la Casa Rosada habitada entonces por Carlos Menem por cuyas venas también corre sangre siria
Mientras cientos de miles de argentinos debían esperar meses para conseguir un DNI, el vendedor de armas lo obtuvo en apenas 24 horas, junto a su cédula de identidad y pasaporte, y -como él mismo declaró- con ayuda de Menem.
Aquí fue vinculado al caso de la venta ilegal de pertrechos bélicos a Croacia y Ecuador, aunque estas actividades nunca fueron probadas.
Al Kassar y su familia obtuvieron la residencia permanente en Argentina el 7 de febrero de 1990 y al día siguiente ya tenían su DNI, cédula federal y pasaporte para extranjeros, con una foto tomada, según dijo a la Justicia, "en el despacho" del presidente Carlos Menem.
Por ese hecho se abrió una causa que tramitó el juez federal Jorge Ballesteros y que luego fue declarada prescripta por decisión del propio magistrado a pedido del abogado de Al Kassar, Víctor Stinfale.
La Sala II de la Cámara Federal volvió a abrir la causa en septiembre de 2005 y ordenó a Ballesteros seguir investigando, pero ante una nueva apelación de la defensa la causa llegó a la Corte Suprema, que a fines del 2006 ordenó que se lo siga investigando por la obtención de sus documentos en "tiempo récord".
Sobre Al Kassar pesa un pedido de pena de seis años de prisión "efectiva" por el presunto delito de falsificación de documento público.
En su declaración ante la Justicia argentina, Al Kassar dijo que el trámite fue muy rápido porque fue "por orden de (Carlos) Menem", que le ofreció ese favor en "una comida en Casa Rosada".
Al Kassar fue investigado por la Justicia argentina por sus presuntas vinculaciones con la venta ilegal de armamento a Croacia y Ecuador, algo que siempre negó y nunca pudo probarse.
Muchos documentos que pudieron haber aclarado puntos oscuros en esa investigación desaparecieron junto a la explosión de la fábrica militar de Río Tercero, en 1995.
Al Kassar también fue investigado por la Justicia suiza por sus cuentas en el banco libanés Audi, que fueron bloqueadas en 1992 por el gobierno de ese país tras su detención en España.
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