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sábado,
09 de
junio de
2007 |
Conmoción por brutal crimen de un policía
Santa Fe.— Trece personas estaban anoche detenidas por el homicidio del agente Mario Santillán, una ejecución que desconcierta a la policía por la saña empleada y la temeridad de las personas armadas que lo emboscaron.
El sepelio del policía de 36 años, que era padre de tres hijos, se concretó ayer en medio de muestras de dolor.
La policía asegura contar con fuertes indicios de que algunos de los detenidos están muy comprometidos con el asesinato. Pero hasta ahora la fuerza no difundió si la ejecución puede basarse en un hecho previo o qué motivó semejante incidente.
El titular de la policía provincial, Gabriel Leegstra, dijo ayer a La Capital que está sorprendido por la brutalidad del ataque. “En mi trayectoria como policía nunca vi una acción de este tipo, la muerte de Santillán nos tiene conmovidos a todos”, expresó.
Leegstra contó que estuvo en el lugar, General López al 4600 del barrio San Lorenzo, a minutos de enterarse del ataque a la patrulla que custodiaba un cableado subterráneo de la Empresa Provincial de la Energía. Allí una banda armada ejecutó a Santillán. Milagrosamente salvó su vida su acompañante, el cabo Marcelo Tocci.
Exaltación. El jefe policial admitió que destinó esfuerzo y persuación para evitar que el personal “saliera de cacería” para vengar la muerte de su compañero. Santillán fue alcanzado por entre tres y cuatro disparos, pero en el lugar los investigadores hallaron una treintena de cápsulas servidas, entre ellas de pistolas de 9, 11,5 y 22 milímetros.
El móvil en el que se desplazaban Santillán y Tocci fue alcanzado por múltiples disparos. Con una pistola de 9 mm se produjo el disparo que se introdujo en la boca del agente y que llegó a la base del cráneo produciéndole la pérdida de masa encefálica al costo de su vida.
Allanamientos. La policía montó operativos que dirigió el propio jefe de la Unidad Regional I, comisario Juan Hek, y que en su casi totalidad abarcaron viviendas de los barrios San Lorenzo y El Arenal, ambos ubicados en la zona suroeste de la ciudad
Los procedimientos comenzaron el pasado jueves y se reiteraron ayer, mientras que Leegstra anticipó que continuarán produciéndose .
En estos procedimientos fueron detenidas trece personas, entre ellas cinco menores de entre 13 y 17 años, mientras que los mayores tienen entre 18 y 23 años. La policía lleva secuestradas dos escopetas y un revólver calibre 38. Pero no explicitó si hay pruebas concretas contra los detenidos por el crimen.
Leegstra acudió ayer al cementerio local con integrantes de la plana mayor de la repartición y los titulares de las restantes dieciocho departamentales para asistir a la inhumación de los restos de Santillán.
La familia. La viuda del policía asesinado, María José Rudski, también agente policial, recibió la bandera que cubrió el féretro de su esposo. Santillán, de 36 años, era oriundo de la ciudad de San Cristóbal y tenía ocho años de antigüedad en la repartición.
Leegstra anticipó que el desaparecido policía será ascendido post mórtem. El juez de instrucción que interviene en el hecho, Jorge Patrizi, recibiría los resultados de la investigación realizada en sede policial el lunes. l
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