Batallas dejan al menos 60 muertos en Mogadiscio

Mogadiscio/Nairobi.- La capital de Somalia, Mogadiscio, se vio sacudida hoy por misiles, tiroteos y disparos de mortero, en una de las peores olas de violencia en el país en 15 años, con 60 muertos y 200 heridos, indicó la agencia local de noticias Shabelle.

En las calles hay restos de cuerpos y el hospital Medina está con su capacidad colmada, mientras continúan los enfrentamientos.

La batalla entre las tropas gubernamentales apoyadas por unidades etíopes y los insurgentes comenzó en la noche del viernes, según testigos.

Habitantes de los barrios de Mar Negro y Bakara aseguraron que en ambas zonas residenciales cayeron al menos 100 misiles, en tanto que los insurgentes respondieron con fuego de mortero. A su vez, un proyectil que cayó sobre la emisora de radio HornAfrik provocó lesiones a dos empleados.

Unas 20 personas murieron el jueves y al menos 100 fueron heridas, pese a lo cual el viernes el presidente interino, Abdullahi Yusuf, restó gravedad a la violencia de la que dijo se estaba reduciendo “despacio pero seguro”.

Una serie de combates a principios de abril dejaron mil muertos, en los peores enfrentamientos en el país en 15 años. La capital ha sido testigo de luchas casi diarias desde que las tropas etíopes entraran en la ciudad en Año Nuevo a pedido del gobierno somalí de transición.

Una fuerza de paz de la Unión Africana de 1.500 hombres no ha sido capaz de detener el derramamiento de sangre. Los insurgentes están formados por miembros del clan Hawiye -mayoritario en Mogadiscio- y de las milicias islamistas que controlaron casi todo el país durante los últimos seis meses de 2006.

Naciones Unidas señalan que más de 321.000 personas, casi un tercio de la población de Mogadiscio, ha huido de la ciudad desde febrero y advierte de una posible crisis humanitaria en vista de que se han desatado epidemias y la violencia impide la llegada de ayuda.

Señores de la guerra de los clanes expulsaron al dictador Mohammed Siad Barre en 1991 y luego se volvieron unos contra otros, lo que sumió al país del Cuerno de Africa en un período de anarquía que sigue sin resolverse.