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sábado,
21 de
abril de
2007 |
En Nuevo Alberdi quieren
reponerse de la inundación
Claudio González / La Capital
Otra vez el reclamo y la angustia. Como si fuera poco, además de tener aún las casas llenas de humedad y de perder casi todo tras la inundación, el trabajo escasea en Nuevo Alberdi. Ayer, un grupo de vecinos de la zona rosarina más castigada por las aguas presentó ante las autoridades locales un pedido de resarcimiento por la pérdida de electrodomésticos, muebles, elementos de cocina, ropa y colchones. Además, la idea busca una manera de recuperar los 83 hornos de ladrillos que se tragó el agua y con los que mayoritariamente se sustenta la economía del lugar. Los damnificados fueron recibidos en la Municipalidad, pero no sucedió lo mismo en la sede local del gobierno provincial (ver aparte).
"Con la inundación perdí muebles, ropa y electrodomésticos. También una hidrolavadora con la que trabajaba mi marido limpiando frentes de casas. Tenemos cinco hijos y ahora es difícil que pueda recuperar sus clientes", dijo Gianina Kreining, de 28 años, mientras esperaba ayer a media mañana ser atendida frente a la Municipalidad junto a unos cien vecinos de los barrios Nuevo Alberdi, Municipal y Cristalería.
Acompañados por el cura Daniel Siñeriz, de la capilla San Joaquín, y por operadores del grupo comunitario de ayuda barrial Giros, un grupo de damnificados ingresó, cerca de las 10, al despacho del secretario de Gobierno, Juan Carlos Zabalza. Entregaron el documento en manos del funcionario y enfatizaron que "los males sufridos se dieron por la falta de obras en los canales Salvat e Ibarlucea".
Como complemento, se adjuntaron 920 planillas donde figuran los datos de las familias y el nivel de afectación que sufrieron. Además, enumeraron las pérdidas materiales por las cuales se solicita un resarcimiento económico.
Siñeriz señaló que en el documento se puso "énfasis en la construcción de las casas y todo lo que había dentro de las viviendas, como muebles, ropa, colchones, y vajilla".
Además, el religioso remarcó la pérdida de elementos de trabajo, sobre todo en la zona rural de Nuevo Alberdi. "Se perdieron hornos para la construcción de ladrillos, herramientas y animales que impulsaban los carros de cirujeo, los criaderos de cerdos y las aves que murieron en el agua", dijo.
El pedido de los ladrilleros tuvo eco en la Subsecretaría de Economía Solidaria de la Municipalidad. "Se estableció que 83 hornos de ladrillo quedaron bajo el agua. Ya se implementó un recurso económico para que se puedan poner en marcha lo antes posible. Esa ha sido una respuesta concreta", destacó Siñeriz.
La solicitud de los vecinos de Nuevo Alberdi surgió de una asamblea barrial, donde se concluyó que el recuento de la Municipalidad resultó parcial. "Se fijaron solamente en el tema de los pisos y techos de las casas, pero faltan muebles, ropa, electrodomésticos y elementos de cocina. Cosas que no son de lujo, pero resultan vitales para garantizar una vida sana, que de por sí ya es precaria", resumió Siñeriz.
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Fotos
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El sacerdote Siñeriz y los vecinos fueron recibidos por el secretario Zabalza y el subsecretario Fernando Asegurado.
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