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miércoles,
18 de
abril de
2007 |
El mismo
juez en otro
operativo
El territorio santafesino se ha convertido en los últimos años en una gran pista de aterrizaje clandestina para los vuelos provenientes de Paraguay con mercaderías y drogas de contrabando. Y eso quedó ratificado ayer una vez más cuando un camino rural dentro de un campo del departamento 9 de Julio, lindante con la provincia de Santiago del Estero, fue utilizado para el arribo de un Cessna cargado con marihuana.
Pero no sólo en el norte santafesino ocurren esas cosas. Entre la decena de aterrizajes conocidos el año pasado, en septiembre y en un campo de la localidad de Sanford, a 60 kilómetros de Rosario, agentes de Gendarmería Nacional y la Policía Federal incautaron un cargamento de 400 kilos de marihuana recién llegado por vía aérea desde Paraguay.
En ese procedimiento fueron secuestradas dos avionetas y terminaron detenidos cinco hombres., entre ellos un piloto brasileño. Los gendarmes, como ayer, tenían una orden rubricada por el juez Federal de Corrientes, Carlos Soto Dávila, quien sigue la pista de una banda de traficantes que opera en su provincia, Chaco, Santa Fe y Santiago del Estero. En tanto, los federales tenían una pedido de la jueza federal de San Isidro, Sandra Arroyo Salgado.
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