Piden la expropiación de la planta fabril de barcazas en María Juana

Fue solicitada en la Legislatura para preservar la fuente laboral y encauzar su funcionamiento. n n La medida sería por un plazo de 24 meses. Los obreros no cobran salarios desde el año pasado

Luis Emilio Blanco / La Capital

María Juana.— El diputado provincial Jorge Cura solicitó la sanción de un proyecto de ley que propone la expropiación temporal de la empresa Sabb SA a favor de los empleados de la firma, “a los fines de encauzar la actividad que llevan adelante los trabajadores que vienen luchando desde hace tiempo en difíciles condiciones”.

    La iniciativa pretende encontrar una salida para los 150 obreros de esta compañía que hace largo tiempo que no perciben sus salarios.

   En la presentación, Cura destacó que la “falta de interés de los directivos de Sabb SA en mantener y encauzar la empresa hace peligrar la fuente de trabajo, crea angustia en los trabajadores, sus familias y en los numerosos proveedores que de ella dependen”.



Endeudamiento. Por otro lado, la empresa tiene una deuda con la Administración Federal de Ingresos Públicos (Afip), con su covalente provincial —la Administración Provincial de Impuestos (API)— y el gremio que agrupa a los trabajadores metalúrgicos.

   “Ante esto —expresó el legislador— se deben tomar medidas urgentes para preservar la fuente laboral”.

    Es por eso que además se solicitó la intervención de la Secretaría de Estado de Trabajo provincial y del Ministerio de la Producción santafesino.

   Concretamente, el proyecto plantea que “se declare de utilidad pública y sujeto a expropiación temporaria el inmueble ubicado en la localidad de María Juana, en los términos y condiciones establecidos por la ley 7.534 y modificatorias, así como los bienes muebles necesarios y convenientes al fin principal, radicados en el inmueble”.

   El plazo previsto para la enagenación será de 24 meses, contados a partir de la sanción de la ley, y se establecerá la figura jurídica de cooperativa de trabajo con inscripción a nivel nacional en el Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (Inaes) y a nivel provincial en el Instituto Provincial de Acción Cooperativa.

   Desde hace varios meses, los operarios decidieron discontinuar las actividades en la empresa Sabb, que actualmente se dedica a la construcción de barcazas transportadoras de mineral de hierro.



Cese de actividades. De acuerdo a lo expresado oportunamente por Rubén Santiago, delegado gremial de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) de María Juana, el cese de los trabajos fue decidido ante el incumplimiento por parte de la patronal en los pagos semanales que deberían haber saldado una deuda de haberes desde el año pasado, más cuatro quincenas, medio aguinaldo, vacaciones y aportes correspondientes al año en curso.



Futuro incierto. Mientras algunos trabajadores aún esperan que la situación mejore con la sanción del proyecto de expropiación, otros decidieron colgar los botines y buscar nuevos empleos que aseguren un plato de comida en la mesa familiar.

   En octubre último, el problema por la falta de pago de los haberes parecía zanjado gracias a un acuerdo que prometía entregas semanales de dinero. Sin embargo, el convenio sólo se cumplió por poco tiempo y los obreros otra vez dejaron de cobrar.

   Más allá de eso, la actividad se siguió desarrollando normalmente dentro de la empresa ya que la patronal prometía que las cosas mejorarían una vez que fuera botada otra barcaza. Esta situación no vio señales positivas incluso cuando se construyeron dos nuevas unidades. Santiago estimó que la deuda actual “debe estar rondando los 300 mil pesos, más la deuda vieja que sumaría unos 150 mil”.



Pionera. La empresa Sabb, tradicionalmente se dedicó a la reparación y fabricación de vagones ferroviarios. Hace un año se constituyó en la primera compañía fabricante de barcazas en serie del país y firmó un contrato de provisión con la empresa Ternium Siderar, del Grupo Techint, por un total de 12 barcazas, cinco de las cuales ya fueron botadas en el río Paraná. l

Hace un año la empresa firmó un contrato por la construcción de 12 barcazas, de las cuales cinco ya fueron botadas en el río Paraná.