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domingo,
15 de
abril de
2007 |
El cambio de vida de los líderes carapintadas
El iniciador de la revuelta está preso en EEUU y Rico se jubiló. Un cabecilla reside en Rosario
A 20 años de Semana Santa, el disparador de la crisis militar del 87 está preso en EEUU, el cabecilla del movimiento está jubilado y cría al hijo de un año, otros trabajan en empresas de seguridad y uno vende tarjetas telefónicas para sobrevivir, según una fuente carapintada.
El ex mayor del Ejército, Ernesto Nabo Barreiro fue detenido en la ciudad The Plains, Virginia, Estados Unidos, por las causas de derechos humanos que tiene pendientes en el país.
Barreiro se fue de Argentina en 2004, cuando supo que le dictarían la orden de captura, que finalmente le llegó cuando se dedicaba a vender artesanías argentinas y posters de tango.
La Justicia norteamericana dejó trascender que dará curso favorable al pedido de extradición solicitada por Argentina. Barreiro fue el oficial que se refugió en una unidad militar de Córdoba para no declarar ante la justicia por los hechos de tortura en el centro clandestino de detención La Perla.
El ex teniente coronel, Aldo Rico, está casi jubilado y se ocupa de cuidar a su cuarto hijo, de tan sólo un año, José María, que tuvo con su segunda esposa.
Rico se erigió en el jefe de Semana Santa cuando bajó del Regimiento 18 de San Javier, Misiones, para tomar la Escuela de Infantería en Campo de Mayo. Negoció con las autoridades de entonces: el jefe del Ejército, Héctor Ríos Ereñú; el ministro de Defensa, Horacio Jaunarena, y el presidente, Raúl Alfonsín, quien después del diálogo lo llamó "héroe de Malvinas".
Luego de Semana Santa, Rico comandó el segundo alzamiento, el 18 de enero de 1988, en Monte Caseros, donde se rindió tras breves tiroteos.
Más tarde fue dado de baja, por lo cual se dedicó a la política. Fundó el Modín en 1991, fue diputado, en dos oportunidades intendente de San Miguel -donde sigue residiendo- y finalizó la vida política como ministro de Seguridad de Carlos Ruckauf.
El ex teniente coronel Luis Polo, quien dio refugio a Barreiro en el Regimiento 14 de Infantería de Córdoba se dedica hoy a la docencia. Es profesor de la materia seguridad en una empresa de la especialidad, con sede en la Docta. Polo fue diputado nacional por el Modín durante un mandato. Tras el primer alzamiento carapintada, pasó a integrar la dirección del movimiento carapintada.
El ex teniente coronel Angel Daniel León está jubilado y vive del producido de un pequeño campo ubicado al oeste de la provincia de Buenos Aires. La esposa cobra la pensión militar, porque León fue dado de baja de las filas del Ejército. León -señalado como uno de los ideólogos del movimiento- pasa sus días en una fundación dedicada a preparar la conmemoración del bicentenario de la Argentina.
El ex teniente coronel Santiago Alonso, quien adhirió al alzamiento cuando estaba en la conducción del Regimiento 35 de Rospenteck, en Santa Cruz, ahora se dedica a hacer análisis de medios para las empresas, de acuerdo con un vecero carapintada.
El del ex teniente coronel Fernández Maguer, quien se sumó a la sublevación cuando fue jefe del Regimiento 3 de La Tablada, desde hace años es propietario de una empresa de seguridad. El ex teniente coronel Héctor Igarzábal, quien acogió a Rico en el segunda alzamiento, el de Monte Caseros, vive en Rosario, donde es empresario en el rubro de seguridad.
El hombre de inteligencia del movimiento carapintada, Enrique Venturino, quien acompañó a Rico cuando tomó la Escuela de Infantería en Campo de Mayo, se dedica hoy a vender tarjetas telefónicas como forma de lograr alguna subsistencia. Venturino integró desde la partida la conducción carapintada por su vinculación y fidelidad a Rico, a quien incluso siguió cuando éste decidió organizar el Modín, que debutó en el 91 con un respetable caudal de votos en la provincia de Buenos Aires.
Ríos Ereñú vive en el Gran Buenos Aires y se dedica a leer y a "disfrutar de los 17 nietos y los 7 hijos que tengo".
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Miles de personas coparon Plaza de Mayo en respaldo de Alfonsín.
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