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domingo,
15 de
abril de
2007 |
En profundidad.
Dos anti K con miradas disímiles sobre los comicios de octubre
Walter Palena / La Capital
Los dos se reconocen como antikirchneristas declarados. Uno es más cauteloso en su forma de hablar, con cierto aire de aristócrata porteño, a pesar de haber nacido en Bahía Blanca en el seno de una familia con tradición en el periodismo gráfico. El otro comparte casi las mismas preferencias, pero con un touch más arrabalero, con una dialéctica filosa plagada de neologismos ingeniosos que no sólo divierten sino que invitan a aguzar el pensamiento para alcanzar a comprender la totalidad del concepto. Se trata, en suma, de Vicente Massot y Jorge Asís, las dos atracciones que la Fundación Libertad se propuso juntar el pasado viernes en el bucólico Club House del Jockey Club de Rosario.
Tal vez el único error de la organización del evento fue no haber puesto en un mismo panel a Massot y Asís. El debate, por los contrastes de sus exposiciones, hubiera ganado en riqueza. Igual, la jornada sirvió para conjeturar el posible escenario electoral que ornará de aquí a octubre a los medios de comunicación y a los cenáculos de intelectuales y encuestadores.
La "Jornada Perspectiva 2007" arrancó con la presentación de bienvenida del presidente de la Fundación Libertad, Gerardo Bongiovanni. Le siguió el intendente Miguel Lifschitz, quien se marchó del lugar tras un largo discurso sobre los logros de su gestión. También participaron Víctor Trucco (presidente honorario de Aapresid), el economista Manuel Solanet, Ernesto Kritz (director de Sel Consultores) y el senador provincial Juan Carlos Mercier (PJ). Faltó sin previo aviso el precandidato a gobernador Agustín Rossi. Su rival interno, Rafael Bielsa y el postulante por el Frente Progresista, Hermes Binner, fueron invitados pero no pudieron asistir.
El turno de Massot
Hay un elemento nuevo y raro para los comicios de octubre la elección ya está decidida Salvo imponderables Kirchner va a obtener un triunfo amplísimo descargó sin medias tintas Massot Ese comentario condicionó desde el vamos el resto de su exposición Algunos miembros del auditorio acaso desahuciados aprovecharon para salir a fumar un cigarrillo o a tomar un poco de sol en la terraza que domina desde lo alto la cancha de rugby
El analista político abonó su vaticinio en dos factores: la situación económica favorable ("con la diosa soja a la cabeza") y la dispersión opositora que hace que todo sume para el oficialismo.
Massot dio a entender que a la desigualdad social, que este gobierno no ha corregido, sólo interesa analizarla en ámbitos académicos. Apeló, resignado, al conformismo atávico de la sociedad argentina: comparar el presente con el pasado inmediato. Y es ahí donde el gobierno saca réditos. "¿Qué sector de la economía está peor que en 2002?". La pregunta fue retórica porque él mismo dio la respuesta: "Ninguno".
Puesto a auscultar a la oposición, Massot dijo que, al contrario de lo que piensa la mayoría, lo más lógico es que no se una. Se preguntó, entonces, qué tienen en común Hermes Binner, Mauricio Macri, Ricardo López Murphy y Elisa Carrió. "Poco y nada", respondió.
Al conjeturar sobre un escenario con Cristina Fernández como candidata del oficialismo, Massot resaltó otro hecho inédito de la política argentina si es que se da ese escenario. "Kirchner, con todo el poder que ha acumulado, puede que no quiera ser reelecto y dé un paso al costado", dijo.
De todas maneras, con Kirchner o con Cristina como candidatos del Frente para la Victoria, reiteró su vaticinio de un triunfo del oficialismo en primera vuelta. "Pero resulta difícil imaginarse a Kirchner tejiendo calcetines en su casa", concluyó, en alusión a que el presidente seguirá manejando los hilos del poder, aun con su esposa en la Presidencia.
Almorzando con Obeid
Tras un corto break ingresó Jorge Obeid para el almuerzo El gobernador se sentó en una mesa de enfrente Al costado a la derecha se ubicaron Massot y Asís acompañados entre otros por el analista económico Salvador Di Stéfano el mentor de las jornadas políticas que organiza la Fundación Libertad
Entrada de fiambre con ensalada. Luego, como plato principal, pollo con salsa suave acompañado de vegetales salteados; todo bien surtido con gaseosa y vino tinto. Cuando todos comenzaban a degustar el postre, Obeid tomó el micrófono y ensayó un discurso con tono de despedida.
El gobernador enfatizó los logros de su gestión y la herencia favorable que dejará a su sucesor: una provincia con récord en inversiones, con uno de los índices más bajos de endeudamiento y con un saneamiento de su economía.
En el plano institucional, rescató la derogación de la ley de lemas. Fue ahí donde le clavó la mirada a Asís y dijo: "Suelo leer Jorge tus columnas (por Internet) y publicaste que los peronistas de mi provincia me van a echar la culpa de una eventual derrota. Soy un hombre de convicciones y cumplo con lo que prometo, y eso hice cuando promoví la derogación de una ley que se tornó tramposa".
El turno de Asís
Voy a empezar con la moderación que me caracteriza debo decir que el proyecto de Kirchner se desmorona y se encamina a una derrota anunciada pese a lo que diga el Frente Encuestológico para la Victoria soltó el escritor y analista político arrancando la primera carcajada del auditorio todavía con el sabor del helado en la boca
"Yo sostengo la teoría del desmoronamiento en medio de este optimismo desbordante, de este conyugalismo político, que si es él (por Kirchner) o ella (por Cristina) los que van de candidatos. También podemos esperar a que crezca su hijo Máximo para que el nepotismo se complete en forma total", prosiguió Asís con su verba inflamada y su caracterizada voz engolada.
Asís, quien en los últimos tiempos se convirtió un prolífico escritor de columnas venenosas anti K desde su portal de Internet, apeló a toda su ironía para hacer un fresco de la realidad.
"Kirchner perdió toda la iniciativa, y para un obsesivo del poder eso es letal", dijo, y se detuvo en este punto en el escenario político de Capital Federal. "Promovió a Filmus, que es una carrindanga (auto viejo) que no tiene forma de arrancar. Imaginó un escenario con Macri, un candidato ideal para contrastar con su progresismo berreta, pero le saltó por el costado Telerman, un hombre inteligente que hasta se da el lujo de jugar con su ambigüedad sexual".
"Entonces -prosiguió- su futuro depende de una elección comarcal, de un artificio que se llama Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Está atado a candidatos que no puede sostener y comete la perversión de promover a los que quiere devaluar, como sucedió en su momento con Rafael Bielsa como diputado porteño, y ahora con Scioli para la provincia de Buenos Aires, quien, para decirlo en francés, no tiene un pomo que ver con Kirchner".
Asís opinó que Kirchner creció desde el primer día vapuleando desde el atril a las corporaciones culposas (empresarios, Iglesia, Fuerzas Armadas). Después, dijo, les dio "el Valium de la transversalidad" a los analistas, "pero no supo generar ninguna figura novedosa y tuvo que recurrir a los viejos caudillos que denigró, esos que no se lo bancan, pero no se lo dicen a él, sino que vienen y me lo dicen a mí".
Tras afirmar que es un "reeleccionista perverso", porque quiere que gane para arreglar todos los desastres que hizo, Asís pronosticó que va a haber segunda vuelta, aunque desconoce ahora quien liderará esa coalición anti K.
Luego dedicó una breve exposición al panorama de Santa Fe. Dijo que si viviera en la provincia, votaría por "su amigo" Rafael Bielsa, pero sostuvo que llegó la "hora del socialismo", con Hermes Binner a la cabeza y, según él, seguro triunfador.
"La Internacional Socialista encuentra en Binner a un original; no es una mala fotocopia como Alfonsín o algunos kirchneristas", cerró Asís su discurso. A esa altura, Obeid ya se había retirado.
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Fotos
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Asís y Massot, en una jornada política en Rosario.
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