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domingo,
15 de
abril de
2007 |
Un sigiloso llamado malogró el asalto a un taller
Dos jóvenes delincuentes fueron detenidos ayer luego de asaltar un taller mecánico frente al viaducto Avellaneda, donde alcanzaron a apoderarse de algo de dinero y teléfonos celulares de las víctimas. El atraco se abortó porque los ladrones, que dominaron en el frente del inmueble a una decena de empleados y clientes, no contaron con que en la parte trasera había otro lote de trabajadores, uno de los cuales advirtió lo que ocurría y se comunicó con la policía en el momento que se producía el hecho.
El furtivo llamado desde los fondos del taller permitió que 14 móviles del Comando Radioeléctrico, de la Inspección de Zona 2 y de la seccional 7ª confluyeran en el lugar y fueran barriendo la zona hasta dar con los presuntos imputados, dos muchachos de 22 y 23 años, en inmediaciones de Sol de Mayo y Humberto Primo, en el barrio conocido como Cotar. Uno tenía condena por robo a mano armada y había recibido libertad asistida. Según fuentes policiales, uno de los sospechosos tenía en su poder un revólver calibre 32 largo y otro dos teléfonos celulares y una billetera que pertenecían a las víctimas.
Dos bicicletas.Faltaban
pocos minutos para las 11 de la mañana y la actividad en el taller especializado en frenos y embragues Valeo de Avellaneda 440 en la subida del viaducto era incesante A pasos del ingreso del enorme inmueble donde están el portón de ingreso y un local para la atención del público se encontraba el dueño Nelson Valeo su yerno y su esposa además de varios clientes y amigos de la familia
"Seríamos unas diez personas en total. Yo estaba en el ingreso por el portón con mi yerno Gustavo, cuando aparecieron estos tipos. Eran tres subidos en dos bicicletas. No se porqué, pero enseguida me di cuenta que venían a chorear. Así y todo no tuve tiempo de nada, al menos uno esgrimía un arma de fuego. Nos metieron adentro del negocio, donde estaban las otras personas, y nos hicieron tirar al piso cuerpo a tierra", contó Valeo minutos después del episodio.
El atraco duró pocos minutos, los suficientes como para apoderarse de las billeteras, celulares y unos pesos que había en la caja del negocio. Pero mientras eso sucedía, a unos veinte metros de distancia, los mecánicos del fondo del taller eran testigos privilegiados de los instantes iniciales del golpe. Valeo opinó que los delincuentes habrían advertido que en el fondo del galpón había gente y que por eso quisieron concretar todo lo más rápido posible.
Detalle por detalle.Pero
por más que fue muy expeditivo en su faena el trío no pudo evitar que uno de los empleados se comunicara desde su celular con la central del Comando Radioeléctrico y brindara así de primera mano información y descripciones muy precisas de lo que ocurría en Avellaneda al 400
Cuando los ladrones se marcharon en bicicleta hacia calle Tucumán, la policía ya estaba rodeando la zona aledaña al comercio y a los pocos minutos dio con dos de los sospechosos. La persecución se extendió hacia el sector conocido como barrio Cotar. Catorce patrullas participaron en la redada que se montó en torno a las vías del ferrocarril y en Humberto Primo y Sol de Mayo procedió a la detención de Mauricio A, de 22 años, y de Pablo D, de 23, éste último se encontraba en régimen de libertad condicional luego ser condenado por robo calificado. l
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Fotos
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El dueño del taller da detalles del episodio que le tocó vivir.
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