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sábado,
14 de
abril de
2007 |
Una pérdida de hidrocarburo causó momentos de tensión en Casilda
Gustavo Orellano / La Capital
Casilda.— Cerca de una decena de viviendas se vio afectada por una fuga de hidrocarburo proveniente de una estación de servicio YPF ubicada en Ovidio Lagos y Tucumán. El fuerte olor a combustible generó tensión y se debieron tomar medidas de seguridad.
El problema surgió por la rotura de una cañería cuya pérdida se filtró por las napas, afectando la red cloacal y generando emanación de gases, aunque las causas aún no están debidamente establecidas. La situación afectó a numerosas viviendas en un radio de dos cuadras, que las calles fueron cerradas al tránsito.
La Municipalidad dispuso la clausura preventiva de la venta de combustibles líquidos, aunque la firma podría seguir despachando GNC.
El municipio y la empresa Aguas Santafesinas realizaron una presentación en la Fiscalía de los Tribunales casildenses para que la Justicia resuelva los pasos a seguir. No obstante el juzgado contravencional a cargo de Laura Babaya ya intervino de oficio. Además trascendió, varios de los vecinos afectados podrían iniciar acciones legales por daños y perjuicios.
“El olor a combustible que salía por la rejilla del baño era impresionante y no podíamos dormir. Esperamos que este problema se solucione cuanto antes, porque así no se puede vivir”, comentó Enzo Pérez, propietario de una de las casas más afectadas, ubicada en Casado al 1700. La misma opinión manifestaron los vecinos que también vienen soportando el desagradable olor desde hace algunos días.
Personal de Aguas, la también se vio damnificada, debió destapar las bocas de registro de la colectora afectada para introducir agua y airear la zona con el propósito de disipar la congestión de gases. Los bomberos realizaron trabajos similares en viviendas al tiempo que recomendaban cortar la luz y no encender las cocinas ni otros artefactos.
La situación también movilizó a la Municipalidad que convocó a las instituciones que forman Defensa Civil para tomar cartas en el asunto. “Nuestra estación tiene más de 60 años y es la primera vez que ocurre un problema de este tipo”, aseguró Rodrigo Camarotti, uno de los propietarios de la expendedora.
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