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sábado,
14 de
abril de
2007 |
El director del BM lucha por su puesto
Lesley Wroughton / DPA
Washington. - Cada frase parece costarle un inmenso esfuerzo, y las ojeras del presidente del Banco Mundial (BM), Paul Wolfowitz, están más negras y profundas que nunca. El escándalo por la promoción y el generoso aumento de sueldo que su novia Shaha Riza consiguió dentro del BM a instancias del político ultraconservador de 63 años es una carga difícil de disimular.
Cuando Wolfowitz explica sus nociones sobre políticas de desarrollo, sus pensamientos parecen estar en otra parte. En los pasillos de la organización de ayuda al desarrollo con más recursos financieros del mundo ya nadie se pregunta si Wolfowitz se irá, sino cuándo. Wolfowitz admitió el jueves haber intervenido en la promoción de su compañera sentimental, acompañada de un abultado aumento salarial. La controversia ha eclipsado la reunión semianual esta semana del BM y el FMI.
Los delegados sindicales ya cortaron el contacto con el todavía presidente: la confianza ha quedado destruida y Wolfowitz debe "actuar con dignidad" y renunciar, afirmaron.
Todo había empezado tan bien. Al principio, una ola de leve estupor recorrió el mundo cuando el ex vicesecretario de Defensa y arquitecto de la última guerra de Irak ocupó el sillón presidencial del BM en junio de 2005, tras ser designado especialmente para el cargo por el presidente George W. Bush.
No fueron pocos los que se horrorizaron ante el temor de que este hombre oriundo de Brooklyn, defensor de la doctrina de ataques preventivos contra "Estados canallas" y la presencia militar de Estados Unidos en todo el mundo, utilizara su poder en el BM a favor de la política neoconservadora de Washington.
Un par de meses después, los escépticos habían silenciado sus críticas y muchos se mostraron incluso impresionados por la labor de Wolfowitz. La lucha contra la corrupción y el "buen gobierno" fueron los pilares declarados de su misión, por lo que el "affaire" Riza complica especialmente la posición del ex docente de ciencias políticas en la jefatura del BM.
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