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sábado,
14 de
abril de
2007 |
Le dio 135 puñaladas a su hijo recién nacido
Presa de un ataque de pánico, una muchacha de 17 años apuñaló a su bebé recién nacido 135 veces y lo arrojó a una cesta de basura afuera de su casa de Stillwater (Minnesota).
La estudiante de un colegio secundario le dijo a la policía que dio a luz en el piso del cuarto de lavandería de su casa el lunes, de acuerdo con documentos judiciales.
Nicole Marie Beecroft expresó que vio que el bebé movía los dedos y luego lo apuñaló en estado de pánico.
Una autopsia determinó que el bebé nació con vida pero sufrió numerosas heridas en el área del pecho y se desangró hasta morir de 135 puñaladas.
"Ella mató al bebé y ahora su vida cambiará para siempre", dijo ayer el fiscal del condado de Washington Doug Johnson.
Beecroft fue acusada de homicidio premeditado y permanecía detenida en una cárcel juvenil.
La madre de la joven le dijo a la policía que no sabía que su hija, excedida de peso, estaba embarazada. El teléfono de la familia no aparecía en la guía.
Un informante anónimo reportó el martes a la policía que una cajera de un almacén había dado a luz a un bebé y lo arrojó a la basura. La investigación llevó a las autoridades hasta la casa de Nicole, en cuyo frente encontraron el martes el cadáver del bebé en una bolsa de basura, junto a un cuchillo y algunas toallas.
Olvido fatal
Por otra parte ayer se supo que un niño de un año y cuatro meses murió ayer en Brasil a raíz de un paro cardíaco tras ser olvidado durante cinco horas adentro de un automóvil estacionado bajo el sol por su padre quien argumentó que se había desmayado
Es el segundo caso en un año de una muerte de bebés en Brasil porque sus responsables los dejaron olvidados en el asiento trasero del automóvil. Este caso ocurrió en un edificio de Guarulhos, en la periferia de la ciudad de San Pablo, cuando el biólogo Ricardo García, de 31 años, llegó a casa con su bebé sentado en su silla especial en el asiento trasero. El hombre dejó el automóvil estacionado al aire libre, en el estacionamiento del edificio, y fue hacia su departamento, con mareos.
Al llegar a la vivienda se desmayó y se despertó cinco horas después, tras lo cual reaccionó y corrió hacia el estacionamiento. El bebé estaba dormido y fue llevado con la ayuda de una vecina a un hospital de Guarulhos, donde no se pudo reponer y falleció de un paro cardiorrespiratorio. l (Reuters)
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