Por qué perdimos en la Copa Davis

Nos fue mal en la copa Davis. Es muy simple: Suecia se apostó lejos de Estocolmo con la cancha y las pelotas más veloces de la historia y pelotearon allí un mes. Nuestros jugadores prefirieron jugar hasta días antes el máster de Miami. Luego, claro, lesiones, viajes agotadores, falta de práctica respecto a la nueva carpeta. Dimos demasiadas ventajas. Cuando se juega por la Argentina hay que concentrarse al menos diez días antes en el lugar. Eso significa renunciar a otras cosas. No se puede estar en misa y en procesión. Mujica Láinez plumeó en “Bomarzo” que “la melancolía de la vida es que hay que elegir”. Nos tendieron una emboscada completamente visible y caímos como chorlitos. Por unos dólares más. El match pudo ganarse y sé que ésta es una carta antipática.

Julio Chiappini