Viajeros del Tiempo ©

Rosario 1905/1910

Por Guillermo Zinni / La Capital

Oleadas de fuego: un Rosario dantesco. De tórrida y calcinante puede ser calificada la temperatura que reinó ayer. Ya desde las primeras horas de la mañana comenzaron a azotar verdaderas oleadas de fuego que hacían penosa la respiración de los transeúntes y convertían en hornos las viviendas. Después de mediodía, lejos de refrescar, la atmósfera acentuó su pesadez, llegando en ciertos momentos a pasar los 40°. Tan fuertes eran los calores, que se produjeron en distintos puntos de la ciudad varios casos de insolación, remediables por fortuna. Por la noche, unas pequeñas pero frecuentes ráfagas de aire fresco devolvieron el alma al cuerpo a los rosarinos. Entre los afectados de ataques de insolación se encuentran el señor Pedro González, domiciliado en Suipacha y Jujuy, y el menor de 13 años Manuel García, domiciliado en la calle 25 de Diciembre entre Rioja y San Luis. Ambos fueron atendidos por la Asistencia Pública y se encuentran ahora en sus respectivos domicilios.

Cuchitriles epidémicos. Es conveniente que se practique una inspección a las numerosas casas de compraventa de la ciudad. Esos oscuros cuchitriles, donde hay hacinados objetos de toda clase y procedencia, y donde con toda facilidad se puede desarrollar alguna epidemia, deben reunir las normas de higiene que dictan las ordenanzas, sobre todo en la época estival.

Ama de leche... ¡soltera! Ama de leche, española, soltera, con leche fresca, se ofrece para criar en casa del niño, ya sea en la ciudad o el campo; ocurrir a avenida Pellegrini 1018.

[email protected]