El canpeón Estudiantes frenó al líder San Lorenzo

Le quitó el invicto al vencerlo por 2 a 0 en La Plata

Estudiantes jugó con el cuchillo entre los dientes, tal como pregona su entrenador Diego Simeone, y con esa fórmula le quitó el invicto al líder San Lorenzo con un 2 a 1 en La Plata. Era lo que necesitaba para poder discutirle el liderazgo del Clausura y lo hizo tirándole la chapa de campeón que luce desde el torneo pasado.

El Pincha sabía que debía ganar para estar en la pele, esa en la que se coló con el triunfo que lo puso tercero en la tabla, con 18 puntos, a cuatro del equipo de Ramón Díaz. La caída del Ciclón benefició además a Boca, porque lo alcanzará en la cima en caso de vencer hoy a Vélez.

El primer período se caracterizó por lo violento, en especial por el lado de los azulgranas, a tal punto que fueron amonestados cinco jugadores.

Sin embargo, prevaleció el talento del emblemático Juan Sebastián Verón y, fundamentalmente, la velocidad de Piatti. Aunque recién en los últimos quince minutos de ese episodio Estudiantes le sacó una pequeña ventaja en el juego a su adversario y la marcó en la red con un remate de volea de Piatti, quien había retrocedido unos pasos para desmarcarse y conectó el tributo que le ofreció Marco Angeleri, autor del centro hacia atrás desde la derecha.

En el capítulo decisivo Estudiantes hizo valer la diferencia porque jugó con tranquilidad y autoridad, por lo que ratificó que su chapa de campeón está intacta y que sigue con hambre de gloria.

Una escalada del pibe Sosa, quien arrancó en su propio campo, terminó con un zurdazo que se metió abajo y a la izquierda de Orión.

Ramón Díaz recurrió a Lavezzi (por Rivero) y al peruano Jiménez (por Gastón Fernández) en procura de revitalizar el ataque, pero la formación del Cholo mantuvo la situación bajo control, salvó en los instantes finales debido al gol que Lavezzi sacó de la galera. El Pocho, de espalda al arco, le hizo un túnel al colombiano Mosquera y definió con un disparo tremendo a la izquierda de Andújar.

Todo parecía terminado, pero ese acierto de Lavezzi le agregó emoción al epílogo de un partido que se jugó en todo momento como si se tratara de un choque trascendente, y era lógico, se trataba de aspirantes al título.