El obispo Lugo desafía al poder en Paraguay

Monseñor Lugo se presentará a las presidenciales de 2008 con amplio apoyo

Pedro Servin / Associated Press

Asunción. - El ex obispo Fernando Lugo, una figura emergente de la izquierda moderada paraguaya, prepara su candidatura presidencial para intentar en las elecciones de 2008 romper con los 60 años de poder del Partido Colorado.

Entrevistado por Associated Press aclaró: "No soy de izquierda ni de derecha, estoy en el medio". El ex clérigo del norteño departamento de San Pedro, el más pobre del país, tiene 55 años y proviene de la congregación Verbo Divino, pero por razones desconocidas a mediados de 2004 fue jubilado por el entonces Papa Juan Pablo II. En la actualidad está suspendido por tiempo indeterminado por el Papa Benedicto XVI por dedicarse a la política.

El nuncio vaticano, monseñor Orlando Antonini, pronunció una homilía recientemente en la basílica de Caacupé, destacando que "Jesús nunca se metió en política; jamás promovió un levantamiento contra el poder invasor de los romanos". "El servicio al prójimo a través de la política es parte del evangelio cuyo fin es el bien común", dijo monseñor Lugo. Admitió, además, que la polémica Teología de la Liberación "es parte de mi formación pero no la más determinante".


Amplio apoyo
Comentó que unas doce organizaciones sociales sindicales y campesinas la mayoría socialista apoyan mi proyecto En febrero de 2008 me inscribiré en la justicia electoral como candidato presidencial

Hasta el momento, los grandes partidos opositores como el Liberal Radical Auténtico y Patria Querida negaron su apoyo al religioso, esperando que acepte competir en unas internas con padrón abierto. "Creo que una forma práctica de elegir un candidato presidencial, representante de toda la oposición, es través del consenso", respondió Lugo.

El presidente paraguayo Nicanor Duarte opinó que "monseñor Lugo sigue siendo un ministro religioso, según la Constitución; por tanto no puede ser candidato. Se necesita una enmienda de la Carta Magna para habilitarlo y también para que yo tuviese la oportunidad de buscar la reelección".

No obstante, el actual jefe del Partido Colorado, José Alberto Alderete, dijo que el precandidato "es un impostor, un mentiroso porque juró servir a Dios de por vida pero ahora traiciona su fe al intentar ignorar su condición de religioso con una simple renuncia".

Monseñor Lugo comunicó al Vaticano el 25 de diciembre pasado su abandono de la vida religiosa "pero no renuncié a la Iglesia Católica, no estoy en situación de apóstata", replicó. En marzo de 2006, Lugo reunió a unas 25 mil personas durante una manifestación contra el gobierno, pero un año después, a su nueva convocatoria asistieron menos de 10 mil .

Carlos Cubas, un militante de la combativa organización Resistencia Ciudadana explicó: "Lugo, por sí solo, no podrá ganar las elecciones de 2008; debe aliarse con los grandes partidos de oposición porque de los dos millones de electores más de la mitad son afiliados al partido de gobierno que, a la hora de la verdad y cuando están en apuros, se unen contra quien consideren su enemigo electoral".


Una luz de esperanza
Ignacia Recalde una mujer que salía de las celebraciones del Viernes Santo en la parroquia La Recoleta de Asunción dijo que Lugo es una luz de esperanza para los pobres en este país quebrado por la corrupción y 60 años de desgobierno de los colorados pero no sabemos si lo dejarán competir porque se dice que todavía es ministro de Dios

Anselmo Jiménez, otro feligrés, comentó: "El objetivo opositor es cortar la racha colorada de seis décadas de latrocinio pero será difícil. Quiero que Lugo gane para que nuestros jóvenes obtengan un empleo, para que haya seguridad pública y principalmente la gente pobre viva mejor".

El ex clérigo, de todos modos, confía en que llegará al poder y ya piensa en la política exterior: "Hugo Chávez no tendrá gran influencia en el Mercosur porque Lula y Néstor Kirchner le harán el contrapeso, pero como miembro del bloque regional tendrá derecho a opinar y hacer recomendaciones".

Respecto a Evo Morales, dijo: "La experiencia boliviana es única, no puede ser repetida en otros países, por tanto no debe temerse una probable exportación de ideas revolucionarias hacia las naciones vecinas".