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domingo,
08 de
abril de
2007 |
Una gran mayoría
regional está a favor
Como era de esperarse, el resto de Latinoamérica no ha permanecido ajena al debate del etanol. Y el resultado es abrumador: la gran mayoría mira con buenos ojos el desarrollo del biocombustible. De hecho, el único presidente que se ha unido al bando antietanol es el nicaragüense Daniel Ortega, que recientemente acusó a Bush de encarecer los precios de algunos alimentos y de los insumos para la producción del "combustible verde".
En Centroamérica, donde la caña de azúcar es uno de los principales productos agrícolas, la mayor parte de los países tiene proyectos incipientes de producción de etanol. Para el presidente de El Salvador, Elías Antonio Saca, la alianza de Estados Unidos y Brasil significa que el mundo se encamina a "depender menos del petróleo".
Mientras en Sudamérica, Ecuador, cuyo mandatario Rafael Correa es muy cercano a Chávez, acaba de sumarse a la "fiebre verde". Correa firmó durante una visita a Brasil tres acuerdos con Lula para poner en marcha la producción de etanol en su país.
Argentina también
.Argentina pese a mantener relaciones especialmente buenas con Venezuela tampoco ha entrado en la polémica aunque favorece el desarrollo de tecnologías de producción de biocombustibles en especial por su condición de gran productor de maíz soja y otros granos como el de colza
Otros países de la región, como Chile, Colombia, Perú, Paraguay y Uruguay tienen proyectos para la producción de biocombustibles, mientras la matriz energética de México, la segunda economía de Latinoamérica, se basa casi totalmente en su abundante reserva de petróleo.
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