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domingo,
08 de
abril de
2007 |
Sexualidad
Mitos sobre la píldora del día después
La distribución gratuita de la píldora de emergencia en todos los hospitales públicos y centros de salud del país, es sin duda una noticia prometedora que manifiesta el compromiso de garantizar la salud sexual y reproductiva de las personas como una política oficial de salud pública. En este nuevo marco de situación, el Centro Latinoamericano Salud y Mujer (Celsam) percibe que este recurso es todavía poco conocido por las mujeres, y que abundan a su alrededor mitos que confunden sus indicaciones, utilidad y oportunidad de uso.
En respuesta a las crecientes consultas de los jóvenes respecto al uso de la píldora del día después, el Celsam enfatiza la importancia de que los jóvenes asuman plenamente su sexualidad. Habitualmente recurren a la anticoncepción de emergencia y aunque este método es sumamente útil, su uso frecuente disminuye su eficacia. “La píldora anticonceptiva de emergencia es sólo para casos muy específicos y no debe ser considerado como un método de uso rutinario o común, ni siquiera en el caso de que las relaciones sexuales sean esporádicas o una vez cada 15 ó 30 días”, señaló la doctora Diana Galimberti, presidenta del comité científico de la entidad.
Muchas veces los términos se confunden y se vincula la anticoncepción de emergencia a las pastillas anticonceptivas de uso regular. Sin embargo, la píldora anticonceptiva de emergencia (PAE), sólo debe ser utilizada en casos de urgencia en aquellas mujeres que tuvieron una relación sexual no planificada y sin protección. Las pastillas anticonceptivas, en cambio, se usan como método regular y ofrecen además una serie de beneficios adicionales que ayudan a mejorar la calidad de vida de la mujer.
Los anticonceptivos orales contienen hormonas que modulan el ciclo menstrual de forma que no se libere el óvulo (efecto anovulatorio), por ello son el método reversible más eficaz, ya que al no haber óvulo, no puede haber embarazo. Por su parte, la píldora de emergencia inhibe la penetración de los espermatozoides en el útero de la mujer y sólo si ésta se toma en la fase previa a la ovulación, puede postergar o impedir la ovulación.
La anticoncepción de emergencia no es un método de anticoncepción regular, ya que su eficacia para prevenir el embarazo disminuye si se la utiliza en ciclos sucesivos. Es por ello que los y las jóvenes con una vida sexual activa que no desean un embarazo, deben usar métodos anticonceptivos de uso regular como preservativos, pastillas anticonceptivas, endoceptivos, dispositivos intrauterinos, inyecciones o cualquier alternativa que les resulte aceptable luego del asesoramiento médico.
Para consultas el Celsam habilitó la línea telefónica 0-8000-888-235726, como una oportunidad para tomar decisiones informadas con respecto a su salud y prevención en sexualidad.
Alineándose con las recomendaciones para los adolescentes de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Celsam propone el uso de un anticonceptivo oral combinado con el uso del preservativo. Esta combinación previene las infecciones de transmisión sexual, incluido el VIH/Sida, y los embarazos no planificados.
Con una eficacia de aproximadamente 85-95%, el preservativo complementa a la píldora en la prevención de las enfermedades de transmisión sexual, mientras que esta última es altamente eficaz (99%) en la prevención de embarazos.
Diferencias
Los anticonceptivos orales contienen hormonas que modulan el ciclo menstrual de forma que no se libere el óvulo (efecto anovulatorio), mientras que la píldora de emergencia, inhibe la penetración de los espermatozoides en el tracto genital de la mujer y sólo si se toma en la fase previa a la ovulación, puede postergar o impedir la ovulación. La acción de la progesterona que contienen altera la capacitación del espermatozoide y le impide fecundar el óvulo.
Los principales beneficios de la píldora anticonceptiva son:
Máxima eficacia anticonceptiva.
Disminución del riesgo del cáncer de ovario.
Disminución del riesgo de cáncer de endometrio.
Disminución del riesgo de enfermedad inflamatoria pélvica.
Protección frente a la aparición de la enfermedad benigna de las mamas.
Menor riesgo de quistes ováricos.
Mejora significativamente el sindrome premenstrual.
Algunos compuestos como la drospirenona ofrecen además beneficios sobre la piel y el cabello y disminuyen la retención de líquidos favoreciendo un leve descenso de peso.
Las píldoras anticonceptivas tienen un 99.7 % de eficacia y seguridad. La píldora de emergencia, previene entre el 60% y el 89% de los embarazos cuando se utiliza precozmente luego del coito no protegido. Mientras más tiempo pase entre las relaciones sexuales no protegidas y la toma de esta pastilla, su eficacia disminuye paulatinamente a lo largo de las 72 horas recomendadas para su uso.
Las pastillas anticonceptivas pueden ser usadas de forma constante, sin necesidad de interrupciones o descansos en el tratamiento. En cambio, las de emergencia, no son un método de anticoncepción regular.
En relación a las infecciones de transmisión sexual, tanto una como otra no evitan su aparición por lo que carecen de efectividad como método de prevención.
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