Encendida exhortación de Bergoglio

El arzobispo de Buenos Aires y primado de la Argentina, cardenal Jorge Bergoglio, llamó anoche a "abrir el corazón" para salir del contexto de "desesperanza y muerte", y criticó a quienes "seducidos por el poder terrenal claudican de valores humanos y cristianos".

El purpurado porteño hizo estas observaciones al presidir los ritos de la vigilia pascual en el Catedral porteña, donde centró su reflexión en las palabras "por qué buscan entre los muertos al que está vivo", que según el texto evangélico los ángeles formularon a las mujeres que llegaron al sepulcro vacío de Jesucristo.

"Necesitamos que se nos grite esto cada vez que, recluídos en cualquier forma de egoísmo, pretendemos saciarnos con el agua estancada de la autosatisfacción", advirtió durante la ceremonia en la que los cristianos esperan la resurrección de Cristo.

Tras considerar que "necesitamos que se nos grite esto cuando, seducidos por el poder terrenal que se nos ofrece claudicamos de los valores humanos y cristianos", advirtió sobre quienes "embriagados con el vino de la idolatría sólo pueden prometer un futuro sepulcral".

"Necesitamos que se nos grite esto en los momentos en que ponemos nuestra esperanza en las vanidades mundanas, en el dinero, en la fama y nos vestimos con el fatuo resplandor del orgullo", aseguró el purpurado porteño.

El arzobispo porteño estimó que también es necesario "hoy, en medio de nuestro pueblo y de nuestra cultura que nos abramos al Unico que da vida, al Unico que puede provocar en nosotros el estupor esperanzado del encuentro, al Unico que no distorsiona realidades, que no vende mentiras sino que regala verdades".

El cardenal Bergoglio bendijo durante la ceremonia el fuego nuevo, el agua bautismal y el cirio pascual, que luego fue llevado en procesión por el interior del templo.

También acompañó a los fieles con el canto del "pregón pascual", la lectura de los siete pasajes del Antiguo Testamento y renovó las promesas bautismales de los presentes en la catedral. l (DyN)