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domingo,
01 de
abril de
2007 |
España: la cosmopolita y generosa Barcelona
Mauricio Pacheco
En la costa del mar mediterráneo, Barcelona se levanta como un centro urbano único que ofrece un sin fin de actividades para que los turistas disfruten a cada paso. Es una ciudad cosmopolita, próspera, dinámica con tanta historia como lugares para recorrer. La plaza Cataluña marca el centro de la ciudad y es el eje de una amplia oferta cultural. Entre esta plaza y el mar se encuentra la parte antigua, donde se pueden observar las ruinas romanas y la medieval. A pocos metros el modernismo catalán, se destaca con sus edificios característicos, sus manzanas cuadradas de cantos seccionados y sus anchas avenidas. La mayoría de los museos, los monumentos de diferentes periodos y otros lugares de interés histórico están situados en estas dos áreas.
El legado arquitectónico de Barcelona tiene una historia muy antigua, en cada rincón se pueden observar numerosos monumentos románticos, góticos y renacentistas. Es un museo al aire libre, donde se respira un aire bohemio y mediterráneo mientras el visitante se descubre paseando por el centro histórico de la ciudad.
A pesar de la buena organización de sus infraestructuras la movilidad dentro de Barcelona es complicada, como en cualquier gran urbe europea. De los ciudadanos que se mueven en vehículo motorizado, una gran cantidad lo hace en motos. Barcelona es la ciudad europea con mayor cantidad de motos, en proporción a su número de habitantes.
Para moverse por Barcelona es recomendable utilizar la red de transporte público, que cuenta con una importante y amplia dotación de autobuses, y una red de metro que se extiende a todos los rincones de la ciudad. Para los turistas que quieran hacer una visita guiada a los lugares de interés más notables existe la opción del bus turístico.
En algunos casos trasladarse de un punto al otro de la ciudad resulta más sencillo y hasta económico debido a que la orografía de la ciudad y el buen tiempo posibilitan la utilización de bicicletas como medio de transporte.
La rambla
La rambla es uno de los paseos más emblemáticos en el corazón mismo de la capital catalana. Una única vía ancha de dos kilómetros de extensión en el cual comparten el espacio las paradas de flores y los artistas de calle. El paseo comienza junto a la plaza de Cataluña y finaliza al pie del monumento a Colón, este singular paseo está dividido en cinco tramos que lo caracterizan: rambla de Canaletas, rambla de los Estudios, rambla de las Flores, rambla del Centro y por último, la rambla de Santa Mónica.
El barrio Gótico es uno de los mejores conservados de Europa y sus orígenes se remontan a los tiempos de la dominación romana en España. El centro del barrio lo constituye la plaza de Sant Jaume, y en ella se cruzaban las dos vías principales de la época romana, “Cardus” (hoy calles del Bisbe y de la Ciutat) y “Decumanus”, (hoy calles de Llibretería y Call).
En todo el lugar puede apreciarse restos de la muralla de defensa de aquellos tiempos, como también la puerta de La “Plaça Nova”, donde se encuentran: el palacio de la Generalita y el del Ayuntamiento. En esta área se pueden ver muchas ruinas conservadas de antiguas fortificaciones de la época del Imperio Romano. Es fácil perderse en sus calles sinuosas, pero los muchos bares de tapas y los pequeños cafés hacen el paseo de lo más placentero.
Para disfrutar de buenas vistas el turista solo debe subirse a cualquiera de las dos montañas que dominan la ciudad. La montaña de Montju‹c es el pequeño monte situado junto al puerto, donde se encuentra una antigua fortaleza militar que sirvió para vigilar la entrada a Barcelona desde el mar. El monte fue el telón de foro de la Exposición Universal de 1929 y en sus laderas se destacan jardines exóticos que cobijan a un buen número de museos y también, a diversas esculturas representativas de artistas, poetas y escritores tradicionales. La montaña del Tibidabo es otro de los puntos panorámicos característicos.
Esta ciudad que mira al mar permite disfrutar de un montón de espacios abiertos como las playas, el Port Olímpic, el Tibidabo o el entorno de Montju‹c. En conjunto, se trata de una ciudad ideal para descubrir prodigiosos monumentos y lugares sorprendentes. Sin embargo, las construcciones más características son fruto del modernismo español, en donde se destacan los trabajos de Antoni Gaudí.
El legado de Gaudí
Las obras de Gaudí se concentran especialmente en Barcelona y forman parte de un legado cultural que trasciende las fronteras y presenta a la ciudad ante el mundo. El estilo personalísimo del artista está basado en las líneas curvas. Las construcciones forman parte de la esencia de la capital de Cataluña, la iglesia de la Sagrada Familia, la Pedrera y el Parque Güell son algunas de las obras más importantes del artista.
Un adelantado a su tiempo experimentó estructuras y nuevas formas de manera continuada. Por este motivo, prefería desarrollar sus ideas a escala y en forma corpórea. La tridimensionalidad de sus maquetas en yeso, barro, tela metálica, o cartón mojado y moldeado caracterizaban su forma de trabajo. Las ideas “corpóreas”, en muchas ocasiones, no fueron sometidas a la limitación que obligan las dos dimensiones del papel de dibujo.
A veces modificaba las formas directamente en la obra, en el momento de la realización donde pueden identificarse cuatro etapas.
La primera etapa comienza en 1878 hasta 1882, donde se destaca por su aspecto urbano y social. En la siguiente etapa intenta superar los estilos históricos y conseguir formas estructurales propias.
El tercer periodo que va desde 1900 a 1917 es el más creativo e innovador, ya que desarrolla un estilo propio. Durante esta etapa se encarga de la reforma de la casa Batlló y de la construcción del parque Güell, la iglesia de la colonia Güell y la casa Milá (La Pedrera). En 1918 comienza la última etapa donde su trabajo estuvo enfocado en la construcción de la iglesia de la Sagrada Familia y concluye con su fallecimiento en 1926.
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Fotos
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A orillas del Mediterráneo. Barcelona ofrece una diversidad de atracciones para un turismo internacional cada vez más importante.
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