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domingo,
01 de
abril de
2007 |
Fichas
Novela Tras la huella de Cristo, de Kathy Reichs. Del Nuevo Extremo, Buenos Aires, 2006, 368 páginas, $39.
El asesinato de un judío ortodoxo, en Montreal, y la fotografía de un esqueleto, conducen a la investigadora Temperance Brennan hacia Israel, con un equipo integrado por un policía y un arqueólogo para indagar en el misterio. La pesquisa los encamina de inmediato a un enigma todavía más amplio, que concierne a la propia muerte de Cristo. Reichs es antropológa forense de la policía canadiense, profesión que la inspiró para escribir esta y otras novelas, todas protagonizadas por Brennan.
Cine El navío Night / Aurelia Steiner, de Marguerite Duras. El Cuenco de Plata, Buenos Aires, 2007, 144 pp., $30.
El libro reúne el guión de “El navío Night”, rodado en 1978, y los textos de otros guiones más breves, publicados por Duras (1914-1996) en un volumen de Mercure de France. “Escribir es no ser nadie —dice la autora—. ®Muerto¯, decía Thomas Mann. Cuando escribimos, cuando llamamos, ya somos semejantes. Inténtenlo. Intenten cuando están solos en su habitación, libres, sin ningún control del exterior, llamar o responder por encima del abismo. Mezclarse al vértigo, a la inmensa marea de los llamados”.
Ensayo Después de Fidel, de Brian Latell. Norma, Buenos Aires, 2006, 432 páginas, $39.Ex funcionario de la CIA, Latell dice conocer bien la historia de Fidel y Raúl Castro y se presenta como experto en Cuba. En su libro sostiene que Raúl Castro ha jugado un papel más importante de lo que se cree en la historia reciente. “Si se concibe la Revolución Cubana como un drama en desarrollo, Fidel debe ser visto como el director y Raúl como el productor. Fidel es el visionario. Ha sido el genio creador de sus muchos actos (...). Pero casi ninguno de ellos habría sido posible sin la capacidad organizativa de Raúl”.
Biografía Julio Bocca, la vida en danza, de Angeline Montoya.
Angeline Montoya (París, 1974) recorre la vida del bailarín paso a paso desde su infancia hasta su consagración como artista. “Mi historia con Julio Bocca empezó el 15 de noviembre de 1989. Ese día fui a verlo bailar El lago de los cisnes. (...) Allí, en su mítico escenario, descubrí al que cambiaría mi vida por completo. Mi fascinación fue inmediata”. Y ahora se traduce en una biografía para la cual realizó una investigación que le insumió más de cinco años de trabajo y en la que recorrió varios países.
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