Diego sigue evolucionando y ya lleva cinco días internado

Buenos Aires.- La salud de Diego Armando Maradona sigue en franca mejoría y hoy superó su quinto día de internación en un sanatorio porteño “con buena evolución clínica”, según rezaba el único parte médico emitido durante la jornada.

“Los exámenes complementarios de rutina evidenciaron una mejoría evolutiva respecto de los días anteriores, por lo que el paciente continuará con el mismo esquema terapéutico para el tratamiento del cuadro que motivara su internación”, dice el texto del comunicado.

El texto, que como ocurre habitualmente lo firmaron el médico personal de Maradona, Alfredo Cahe y el director del Guemes, Héctor Pezzella, se completa con la aclaración de que el contralor de la salud de Diego seguirá siendo ejercido “por el mismo equipo profesional interdisciplinario”.

La ex esposa de Diego, Claudia Villafañe, se hizo presente por primera vez en el sanatorio para acompañarlo, ya que durante la semana anterior permaneció en Ecuador atendiendo negocios particulares que involucraban al su ex marido.

Junto a Claudia estuvieron velando por la salud de Maradona en el lugar sus hijas, Dalma y Gianina.

Lo que en cambio disminuyó ostensiblemente fue el interés del público en general y de los periodistas en particular.

En cuanto a los primeros, no más de quince curiosos que se iban renovando permanentemente y que particularizaban su interés en los carteles pegados en la entrada del sanatorio con inscripciones alusivas a Diego, ocupaban la escenografía sobre la avenida Córdoba.

También en las inmediaciones pululaban varios camarógrafos y muy pocos periodistas, sobre todo de medios gráficos, siendo Télam una de las excepciones.

Como Maradona tiene prohibido recibir visitas, salvo la de sus familiares más íntimos, no se observaron caras conocidas merodeando su lugar de internación.

Las que sí estuvieron a la orden del día fueron las fuentes que rodean al más grande de todos los tiempos y que volcaron algunos datos más de lo acontecido con Maradona en las jornadas previas a su ingreso al Güemes.

En primer término la llegada de Maradona es considerada “voluntaria”, aunque a instancia de sus familiares más que de él mismo, que nunca estuvo de acuerdo con la internación.

El cuadro principal sería “un principio de cirrosis” que está siendo controlado a raíz de la ingesta de alcohol en que habría incurrido el ex futbolista en los últimos tiempos, “cuando llegó a tomarse hasta seis botellas de champagne y una de bebida energizante diariamente”, apuntaron esas fuentes.

La llegada de Diego al Güemes se produjo “después de rebotar en otros sanatorios” y si el director Héctor Pezzella le facilitó sus instalaciones fue por “alguna gestión realizada por el propio presidente de AFA, Julio Grondona”, agregaron.

La internación está programada para superar los siete días, pero por ser precisamente voluntaria, “si el paciente decide irse, con firmar un documento en el que se hace cargo de la situación, estará autorizado a marcharse”.

De todas maneras el alta médica tendrá un relativo valor, porque el objetivo de Cahe es llevar a Maradona a Suiza a mediados de abril, para internarlo durante aproximadamente 15 días en la clínica La Prairie, donde ya estuviera hace unos años, para completar el tratamiento de desintoxicación.

“Allí encontrará la paz que acá le está faltando”, fue el argumento utilizado por el médico personal de Maradona al respecto.

“Lo que ocurre es que Diego está irascible porque, como todo adicto, cuando le quitan algo se siente molesto, aún cuando no entre en proceso de abstinencia. Y además se deprime porque salvo el showbol, no tiene otra actividad en su vida. Si hasta Claudia se alejó y maneja sus negocios a distancia”, completó la fuente. (Télam)