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 domingo, 01 de abril de 2007  
Mercado
Las Bolsas mundiales no encuentran rumbo
Alta volatilidad por las dudas sobre la economía norteamericana

Salvador Di Stéfano

Los mercados internacionales no encuentran un rumbo definido. La Reserva Federal quedo en un lugar delicado ya que esta atrapada entre el temor de subir la tasa y desatar una crisis muy fuerte en el mercado de financiamiento de hipotecas, o bajarla alentando la suba de la tasa de inflación. Esto hace que los mercados del mundo se muestren volátiles sin posibilidad de negocios ciertos, y cuando esto ocurre lo mejor es desensillar hasta que aclare.

En Argentina, la poca transparencia de las cuentas públicas y un magro resultado fiscal dan muestra de una debilidad, que se observa en la evolución de los títulos públicos que mostraron un claro retroceso. La Bolsa sigue en el ostracismo, con la única esperanza de que el petróleo saque del letargo a Tenaris.

Los mercados mundiales siguen muy expectantes de lo que ocurra en la economía americana. En la actualidad se viven muchas situaciones delicadas al mismo tiempo. El mercado de trabajo ha crecido notoriamente en los últimos años, mostrando un desempleo de sólo el 4,5%. Esto es básicamente un desempleo ficcional, que significa que hay desempleados porque buscan otro trabajo no por razones estructurales.

Este alto nivel de empleo empujó los salarios a la suba y modificó la estructura de costos de las empresas. Por el momento se desconoce si esto afectara la rentabilidad empresarial o se trasladará a precio el incremento elevando los niveles de precios de la economía. Lo mejor para la visión de la FED sería menor rentabilidad en empresas, caída de la inversión, suba del desempleo y aterrizaje suave de la economía.

De lo contrario, una suba de precios obligaría al mandamás de la política monetaria a impulsar la desaceleración subiendo la tasa de interés. Si se toma esa decisión lo que podría suceder es que se complique el mercado financiero, ya que muchos fondos hipotecarios pueden caer en cesación de pagos si prosigue la suba de tasas y se encarecen las cuotas que pagan los que obtuvieron un crédito.

Esto derivaría en remates de propiedades que potenciarían a la baja el valor de las viviendas produciéndose un notorio efecto pobreza que impactaría sobre las expectativas de los ciudadanos y sobre el consumo. En resumen, todos los caminos conducen a una desaceleración de la economía americana. Esto podría potenciarse si el barril de petróleo sigue a la suba, producto de la conflictividad que se planteo entre Irán y Occidente.


La plaza local
En la Argentina los mercados también se mostraron volátiles. Las cuentas públicas de febrero dieron lugar a sospechas, el resultado fiscal fue neutro, por ende los ingresos solo alcanzaron a cubrir los gastos. Luce preocupante esta falta de resultado, ya que durante 2006 el resultado fiscal fue superavitario en 10.153 millones de pesos, y en dos meses de 2007 sólo es superavitario en 638 millones de pesos. A este ritmo el año terminaría en apenas $5.000 millones que es solo el 0,8% del PBI.

La caída del superávit luce preocupante porque en Argentina contamos con un plan económico que depende muchísimo del tipo de cambio alto. Como el saldo de la balanza comercial se ubicará este año en torno de los 9.000 millones de dólares e internamente los agentes económicos no tienen preferencia por acopiar dólares la divisa solo es adquirida por el Banco Central con ayuda del Tesoro. Si el Tesoro cuenta con un superávit de solo 5.000 millones de pesos, esto quiere decir que apenas podrá comprar 1.600 millones de dólares en forma genuina, con lo cual el Banco Central deberá arreglárselas para adquirir 7.400 millones de dólares contra emisión monetaria y posterior absorción de dichos pesos vía endeudamiento (las famosas Lebac y Nobac).

Esto podría traer como consecuencia una suba de la tasa de inflación (a pesar de Moreno) y un aumento en la tasa de interés. Esto podría ocurrir con mayor impacto en el mes de mayo donde se lleva adelante el pico de exportaciones dada la venta al exterior de buena parte de la cosecha gruesa.

Conclusión: Con un clima internacional incierto, un tipo de cambio estable en Argentina, inflación reprimida y la posibilidad de suba de la tasa de interés doméstica a futuro, los inversores se encontraran remisos a realizar inversiones en este contexto. Por ello, conviene manejarse con prudencia y mantenerse alejados de bonos y acciones, hasta que aclare el panorama.
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