En foco. El temporal

"Faltaban sólo quince días para que la cosecha termine de levantarse y hoy hay campos totalmente inundados", señaló un productor agropecuario de los alrededores de Rosario, la zona núcleo que soportó en las últimas semanas lluvias por encima de los 300 milímetros que cayeron en forma ininterrumpida. La postal - quizás la menos dramática comparada con los miles de santafesinos que están evacuados y perdieron mucho más que los rindes de una cosecha- muestra cómo en estos casos los promedios están lejos de reflejar la realidad.

La semana que pasó los analistas del sector agropecuario insistieron en que la lluvia y los anegamientos no alterarían la prevista "cosecha récord". Aseguraron que como las precipitaciones se concentraron sólo en la zona núcleo con intensidad, el promedio a nivel país no modificaría las excelentes proyecciones de la zafra de granos gruesos.

Sin embargo, la reflexión del productor que no pudo levantar la soja y vio como su campo se cubría de agua y la lluvia no daba espacio a cualquier escurrimiento, expresa la realidad que los números quizás no muestren en el balance total.


Las pérdidas
Hasta ahora las pérdidas no están cuantificadas y ningún organismo público o privado quiere arriesgar cifras para la zona núcleo, sin embargo, los que conocen del tema señalan que el temporal impactará en la productividad. "Habrá pérdida de granos, manchado de hojas y aplastamiento en sojas de segunda", dijo el analista de Agrobrokers, Fernando Botta.

Por otra parte, por efecto de los anegamientos muchos acopios en campos (silobolsas) se vieron afectados y la actividad en los tambos seriamente comprometida.

Por eso, tras el paso del temporal la realidad no será la misma para la principal zona agrícola del país. Y quedará claro que más allá de los buenos precios y las excelentes condiciones productivas que capitalizó el campo en estos últimos ciclos que derivó en una mayor presión fiscal producto de que el gobierno empezó a mirar con atención semejante liquidez, los beneficios son tan grandes como los riesgos, y en juego de todo o nada lo que se pierde es tanto o más sustancioso que lo que se gana.